Buscar mayoría sin escrúpulos
* Por Ricardo Kirschbaum. La Presidente lanzó en Huracán lo que denominó "frente nacional, popular y democrático". Y aleccionando a los dirigentes les recomendó que no pregunten a los nuevos adherentes de dónde vienen si éstos se comprometen con este proyecto.
Esa enseñanza explica el elogio público de la gobernadora electa de Catamarca a Ramón Saadi e ilustra una clave de la estrategia oficialista en el interior: la reunificación del peronismo, cuando se pueda y convenga.
Ese objetivo está por encima de diferencias políticas y, más aún, ideológicas. Hay que formar mayorías. De eso se trata cuando se quiere ganar una elección.
Por eso, también, el gobernador tucumano Alperovich no desdeña la adhesión de ex seguidores y funcionarios del ex general Antonio Domingo Bussi . La denuncia la hizo la diputada Stella Maris Córdoba, una kirchnerista de la primera hora, que dice disputarle la gobernación al ex radical pero que, en realidad, pretende quedarse con los legisladores de la minoría. Esta recolección de diputados o senadores por listas colectoras , que funcionan en muchos lugares, y con otras insólitas alquimias como el acople, tienden a buscar mejorar en el Congreso la posición del Gobierno.
Hay otros ejemplos que brillan con luz propia como es la militancia oficialista en Córdoba de Ricardo Jaime , procesado por enriquecimiento ilícito. Jaime, más que nadie, explica el lado oscuro de él, que fue su interlocutor privilegiado.
La tolerancia, política e ideológica, es un atributo poco frecuente en el oficialismo. Pero en esta hora electoral, el armado de apoyos y de sustento para la reelección de Cristina muestra un espectro amplio e infrecuente.
La unidad del peronismo –en Santa Fe se dio también ese paso– es la viga maestra que permitió el batacazo político del domingo pasado.