Buscan a una adolescente que desapareció en Colegiales hace una semana
Se llama Luba y la vieron por última vez en la plaza Mafalda el domingo 15 de mayo. “Nos hemos metido hasta en las villas para buscarla”, dijo desesperada su mamá.
Buscan intensamente a Luba Magalí Nieva, una adolescente de 15 años que fue vista por última vez el domingo 15 de mayo en la plaza Mafalda del barrio porteño de Colegiales. Mide 1,57, pesa cerca de 54 kilos, tiene el pelo color cobrizo y un aro en su nariz.
Tras nueve días de su desaparición la mamá de la menor cuestionó que todavía la justicia no haya pedido las cámaras de la zona ni hayan podido acceder a sus redes en busca de alguna pista.
El día que Luba desapareció estaba con su papá. El hombre la llevó ese domingo a comprarse ropa y por la noche la dejó en la casa de una amiga en la zona de Alvarez Thomas y Santos Dumont.
Luego se supo que el plan no era del todo cierto. En diálogo con el programa “Nosotros a la Mañana” (El Trece), la madre detalló que su hija solo subió al departamento de la chica y le pidió prestado un cargador.
Después le dijo que tenía que encontrarse con alguien y volvió a irse. En ese punto fue que perdieron todo contacto con ella. “No duermo, no como, no tengo vida”, resumió la madre de Luba y apuntó: “Me dan cualquier dato y voy. Nos hemos metido en villas para buscarla”.
La mujer también señaló que su hija había perdido recientemente la tarjeta SUBE y aunque ya le había comprado una nueva todavía no la habían registrado, por lo que resulta casi imposible reconstruir sus últimos movimientos.
Además, resaltó que el lugar donde fue vista por última vez está lleno de cámaras y acceder a esos videos podría ser clave para llegar a ella. “Para hacer una multa es inmediato y para encontrar a una nena no”, denunció sobre la demora judicial para disponer tal medida.
En tanto, el celular de Luba sigue encendido pero ya no muestra su ubicación. “No sé cómo reaccionar”, concluyó la madre. Mientras espera los permisos correspondientes para abrir las redes sociales de su hija, se lamentó: “Ella es muy influenciable. No tiene maldad, todavía duerme con sus dos osos”.
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