Buscan a un casero por el crimen de Marcelo Longhi: se fugó con un televisor y dos bolsos

La Justicia dio un gran paso en la investigación por el crimen de Marcelo Longhi, el exrugbier asesinado el pasado 12 de enero. Tras detener a su socio, busca dar con el paradero del casero que cuidaba el campo que alquilaba la víctima en el partido de Mercedes.

Por estas horas, la fiscal Mariana Suárez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº9 de Luján, aguarda que Ramón Roberto Flores, quien se hace llamar “Javier” entre sus conocidos, sea capturado luego de ser imputado como coautor del crimen.

El único detenido por el hecho acontecido el pasado 12 de enero es Pablo Achard, dueño de una empresa de seguridad privada, quien incluso llegó a declarar varias veces en calidad de testigo por la muerte de la víctima de 59 años.

El pedido de dicha detención -ordenada por el Juzgado de Garantías Nº1 de Mercedes- incluyó una orden de captura para Flores, señalado como el casero del campo ubicado en la zona de Tomás Jofre, quien no estaba en el lugar cuando los efectivos policiales llegaron para aprehenderlo.

Testigos de la zona declararon luego que Flores, quien conserva su perfil de Facebook abierto al público, se retiró de la propiedad en un vehículo, cargando solo un televisor pequeño y dos bolsos con ropa.

“El campo estaba intacto. Sólo se encontraron tres escopetas”, reveló una fuente cercana a la investigación ante la consulta de TN.

Desde la fiscalía que lidera Mariana Suárez aseguraron que Flores registra otra causa por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, un hecho ocurrido en Chaco. Por el asesinato de Longhi, al igual que a Achard, se lo imputa por el delito de homicidio simple.

Los investigadores también detallaron que Flores se había mudado a la Provincia de Buenos Aires a fines de 2021 luego de recibir un ofrecimiento laboral para justamente trabajar en el cuidado y mantenimiento del campo.

El dato que sorprendió a la Justicia es que Flores, lejos de esconderse o mantener el anonimato en las redes sociales, publicó hace tres días en su cuenta de Facebook que se encuentra viviendo en Barranqueras, una ciudad portuaria del sudeste chaqueño.

“La fiscal buscará establecer el grado de participación de cada uno de ellos en el crimen de Longhi. Para eso es fundamental la detención de Flores y su posterior declaración al respecto”, manifestaron.

A Flores se le endilga un rol clave en el asesinato de Longhi. Resta saber si participó de los golpes que recibió el exrugbier y si fue cómplice de Achard o si éste requirió su ayuda para mover el cuerpo y colocarlo en la caja de la Ford Ranger, encontrada entre unos pastizales, a unos 15 metros de un camino rural entre Luján y General Las Heras.

Hasta el momento, la investigación -llevada a cabo además por la DDI Mercedes con sede en Luján, el personal de seguridad local de la jurisdicción de Luján y el Departamento de Homicidios de la Provincia de Buenos Aires- determinó “con una pluralidad de indicios” que la víctima no pudo haber salido con vida del campo ese mediodía.

El caso

Longhi fue hallado asesinado con un golpe en el rostro y el cuello quebrado dentro de una camioneta a unos 15 metros de la banquina de una ruta cercana al partido de Luján.

La autopsia determinó que Longhi murió a causa de una maniobra que le provocó la quebradura del cuello. El cuerpo no presentaba heridas de arma de fuego ni de arma blanca.

El exrugbier tenía un golpe en el rostro producido probablemente por un puño y la data de muerte sería entre las 14 y 16 del miércoles 12 de enero.

Los investigadores creen que participaron dos personas del crimen: una que tomó a la víctima por delante y otra que le quebró el cuello por detrás.

El entorno de la víctima sospecha que el móvil del crimen puede ser económico.