DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Bullying en Wilde: capacidades diferentes, una excusa más para descargar la violencia social

¿Por qué hay cada vez más casos de golpizas en las escuelas?

Agustín, es un chico con capacidades diferentes que asiste a la Escuela Básica Nº 23 de Wilde, allí habitualmente es agredido por sus compañeros, quienes en grupo lo patean, golpean y empujan con impunidad. Su caso se dio a conocer recientemente porque fue filmado y el vídeo se emitió por los medios. Las escenas son repudiables e indignantes, pero lamentablemente él es una víctima más.

Después del núcleo familiar, la institución educativa es el segundo espacio social al que ingresan los niños, allí se forman como personas. La escuela es uno de los espacios donde no sólo se aprenden los saberes que exige la currícula, sino que también es uno de los ámbitos principales donde a los chicos se les enseña a socializar, a relacionarse con los demás.

¿Por qué en Argentina cada día se conocen más casos de acoso escolar? Las cargadas en la primaria y en los primeros años de la secundaria llegaron a ser parte del "folclore" entre los estudiantes, hasta hace poco, cuando el tema se trató con seriedad y se lo empezó a considerar como "Bullying", término que en español significa: "acoso escolar".

El primer paso para darse cuenta de que estas prácticas suceden, y son dañinas, es dejar de entenderlas como algo "común" o "cosa de chicos". Al desnaturalizar los ataques violentos entre estudiantes se pueden visualizar e identificar. Esto, sumado a los teléfonos celulares que permiten a los chicos grabar vídeos dentro de las aulas, ha sacado a la luz decenas de casos de hostigamiento escolar.

Sin embargo, el crecimiento de los ataques psicológicos, verbales o físicos en los colegios que toman estado público, no solo es fruto de su reconocimiento social como un problema grave, sino también un resultado de la alarmante escalada de violencia generalizada.

El contexto social que enmarca la actividad escolar no es ajeno a lo que pasa en las aulas. Se vive con inseguridad y manifestaciones de violencia que van desde el uso cada vez más generalizado de insultos, las peleas entre los conductores por embotellamientos de tránsito, hasta los cada día mas habituales robos con víctimas fatales. Pero, justamente por esto, la escuela debería ser un ámbito sano y pacífico donde desde la palabra y el ejemplo se enseñe a los chicos a convivir.

En este sentido el papel de los docentes no se puede limitar a explicar contenidos de manual, ellos forman personas, entendiéndolas como individuos complejos y completos, no son simples mentes donde acumular datos, son seres con emociones, con sus propios pensamientos, vivencias y formas de relacionarse.

Si la persona que está frente a un curso donde hay ataques no interviene y educa para transformar, sino que mira para otro lado, como se observa en el vídeo del caso de la escuela de Wilde, entonces la escuela sembrará más violencia.