Buenos Aires festejó la entronización de Máxima, pero ¿nos pertenece la fiesta?
Desde el Hipódromo de Palermo, los holandeses que viven en argentina siguieron minuto a minuto la ceremonia ¿Y los argentinos?
@nieves_otero
Hoy por la mañana la Embajada de Holanda en Argentina realizó un acto en el Hipódromo de Palermo para seguir minuto a minuto la ceremonia de entronización de Máxima y Guillermo. DiarioVeloz estuvo allí.
En el Salón Tribuna Oficial donde se celebró el acto, todo era formalidad y elegancia y si bien, como buen acto diplomático, la organización fue sumamente cortes, como argentina fue inevitable sentirme una extraña en el lugar.
"Agradecemos la presencia de todos los aquí presentes", dijo el Embajador de Holanda en Argentina, Hein de Vrines y luego agregó: "El que sepa holandés, bien. El que no, que se acerque a alguien que sea y que le traduzca" y comenzó su discurso en holandés. Todos prestaban suma atención a sus palabras. Todos quienes lo entendían, claro está.
Luego, en medio del multitudinario desayuno, los asistentes siguieron a través de las decenas de pantallas del salón, el acto de jura. Nuevamente, cien por ciento en holandés,como no podía ser de otra manera. Una vez más quedamos afuera...
Más allá del las diferencias en torno al idioma, hay cosas que van más allá de las palabras y aunque no se hablar holandés, pude apreciar los gestos, miradas y sonrisas de los presentes durante la ceremonia, las cuales me iban indicando qué era lo que ocurría en Ámsterdam.
Se sentía la emoción de las personas que miraban atónitas y en silencio las pantallas, expectantes y sonrientes, que aplaudían cada vez que sus flamantes reyes, Máxima y Guillermo aparecían.
Hablando con los invitados al evento, mitad en español, mitad en inglés, pude darme cuenta de que más allá de que Máxima es argentina, el pueblo que más la apoya es el holandés.
Ellos la quieren, la veneran, la nombran una y otra vez y nos dicen que tenemos que sentirnos orgullosos ¿Los argentinos nos sentimos orgullosos? Hasta la comparan con Maradona, Messi y el Papa Francisco. Debo confesar que me sentí un tanto culpable por no compartir semejante alegría.
En el acto, había gente de todas las edades. Muchos adolescentes, adultos y gente mayor, pero también sorprendió la cantidad de familias con bebés y niños. De hecho, una señora, de nombre Brigitte me dijo: "Es un momento muy emocionante y por eso vine acá con mis hijas, para compartirlo en familia y que ellas también lo vivan".
En fin, seguro que hay que estar orgullosos, pero no deja de ser una fiesta en Argentina, pero de holandeses y para holandeses y más allá del honor que podamos sentir porque la nueva reina de Holanda sea argentina, hoy Máxima es más de allá que de acá.
Contanos, ¿Vos cómo viviste la ceremonia?