Sociedad
Brujas reales en La Rioja
Te mostramos el lugar en el noroeste argentino en el que las hechiceras se reúnen para conjurar al demonio.
Dicen las reseñas del lugar, que su piso exterior es de una increíble limpieza y su arena brilla reflejando el sol. Se afirma que las brujas riojanas llegan desde el Famatina a Sanagasta y desde allí viajan a Salavina, Santiago del Estero, que sería el centro nacional de estas prácticas.
La palabra Salamanca (Salla=peña. Mancca=bajo, infierno) es un vocablo quechua que significa aquelarre, reunión de brujas, almas condenadas y seres demoníacos que se unen para divertirse, bailar, beber, planear diversas maldades contra los seres humanos, renegando de todo precepto moral o religioso.
El Zupay, que no es otro que el diablo en persona; es el rey de la Salamanca y es el que preside las reuniones y sella los pactos de los hombres que acuden a él.
Las noches de los sábados se reúnen hechiceros, adivinos y brujos en compañía de animales colaboradores y espíritus convocados con la finalidad de divertirse y planear actividades. Quienes afirman haber estado allí lo describen como un recinto iluminado con lámparas de aceite humano y donde reina gran alboroto por los gritos y carcajadas de los concurrentes.
Allí se realizan conjuros y maldiciones, para poder ingresar se debe conocer la contraseña, sin la cual la entrada permanece invisible, si por el contrario se conoce se ingresa al recinto pasando por una especie de laberinto tortuoso, sin amilanarse.
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