Policiales
Broma fatal: un policía de la Ciudad confundió a su hermano con un ladrón y lo mató
Todo ocurrió en Morón en la noche del viernes.
Un agente de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires mató de un disparo a su hermano de 20 años, por error: lo confundió con un ladrón. El episodio ocurrió el viernes por la noche en la intersección de Yrigoyen y Belgrano, en Morón. Según las primeras informaciones, el efectivo, de 28 años, se equivocó a raíz de una broma que intentó jugarle su hermano.
Según informó la agencia Télam, el agente es Pablo Facundo Cisneros, que desempeña sus tareas en la Superintendencia de Investigaciones de la Policía porteña. El hombre se dirigía al cementerio de Morón a bordo de su auto, un Peugeot 206. Cuando se detuvo en un semáforo, su hermano, identificado como Ricardo Bulacios, le abrió la puerta del vehículo de imprevisto y le tocó su bolsillo.
Fue entonces cuando Cisneros realizó dos disparos con su arma reglamentaria. Bulacios quedó tendido entre la vereda y el asfalto, y murió casi en el acto como consecuencia de las heridas. De inmediato se alertó al personal de la comisaría número 1 de Morón y el médico legista constató, en una primera observación, que el joven recibió un disparo en el antebrazo izquierdo, con orificio de entrada y de salida, que le perforó el estómago.
Un testigo, que viajaba como acompañante en un Fiat Cronos que circulaba por la misma calle, relató a la Policía lo sucedido e incluso sufrió heridas leves luego de que, a causa de las detonaciones, estallara el vidrio de la ventanilla izquierda del auto. Aseguró ver el momento en el que Bulacios cruzaba la senda peatonal y luego abría la puerta del auto del hermano.
Tras el hecho, la fiscal Adriana Suárez Corripio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 del Departamento Judicial Morón, caratuló la causa como “homicidio” y ordenó la detención del efectivo. La funcionaria lo indagará en las próximas horas y dispuso que se realice la autopsia correspondiente.
Según informó la agencia Télam, el agente es Pablo Facundo Cisneros, que desempeña sus tareas en la Superintendencia de Investigaciones de la Policía porteña. El hombre se dirigía al cementerio de Morón a bordo de su auto, un Peugeot 206. Cuando se detuvo en un semáforo, su hermano, identificado como Ricardo Bulacios, le abrió la puerta del vehículo de imprevisto y le tocó su bolsillo.
Fue entonces cuando Cisneros realizó dos disparos con su arma reglamentaria. Bulacios quedó tendido entre la vereda y el asfalto, y murió casi en el acto como consecuencia de las heridas. De inmediato se alertó al personal de la comisaría número 1 de Morón y el médico legista constató, en una primera observación, que el joven recibió un disparo en el antebrazo izquierdo, con orificio de entrada y de salida, que le perforó el estómago.
Un testigo, que viajaba como acompañante en un Fiat Cronos que circulaba por la misma calle, relató a la Policía lo sucedido e incluso sufrió heridas leves luego de que, a causa de las detonaciones, estallara el vidrio de la ventanilla izquierda del auto. Aseguró ver el momento en el que Bulacios cruzaba la senda peatonal y luego abría la puerta del auto del hermano.
Tras el hecho, la fiscal Adriana Suárez Corripio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 del Departamento Judicial Morón, caratuló la causa como “homicidio” y ordenó la detención del efectivo. La funcionaria lo indagará en las próximas horas y dispuso que se realice la autopsia correspondiente.
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