Brasil se rebela contra la FIFA
El gobierno de Brasil y las autoridades del máximo organismo de fútbol continúan en disputa y se pone en duda la realización de la Copa del Mundo.
El ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo, anunció hoy que el gobierno de Dilma Rousseff no "acepta más como interlocutor" al secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, después de que éste afirmara que el país precisa "una patada en el trasero" para acelerar las obras necesarias para el Mundial de 2014. "Son expresiones impropias para tratar de las relaciones entre esa entidad y un país" y "dadas las palabras usadas", que calificó de "ofensivas" e "inaceptables", Brasil comunicará a la FIFA que ya no acepta a Valcke como "interlocutor".
Rebelo condenó que esas declaraciones hayan sido hechas después de que "la propia FIFA, en enero pasado", divulgó un informe en el que "se refirió al entusiasmo del gobierno y los trabajos", así como "reconoció la excelencia de los proyectos para los estadios".
El ministro sostuvo que, "en conflicto con esas observaciones de la propia FIFA, el secretario general hace una evaluación que no se corresponde con los hechos ni con la realidad" y que "dificulta" el "ambiente de cooperación que existe" entre el gobierno y la entidad.
Valcke tenía previsto hacer una visita a Brasil para revisar el estado de las obras a mediados de este mes, pero Rebelo dijo que pedirá al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que nombre a otra persona, pues el secretario general "ya no es reconocido como interlocutor".
Declaraciones cruzadas:
A raíz de lo ocurrido, el propio Valcke redactó una carta en la que asegura lamentar "profundamente" la interpretación que se le dio a sus palabras. El dirigente señaló: "En francés, 'se donner un coup de pied aux fesses' significa 'acelerar el ritmo' y no 'precisar una patada en el trasero' como se tradujo".
Por eso, continuó, "pido disculpas a cualquier persona que se haya sentido ofendida por mis palabras".
Mientras que respecto de la lentitud de las obras tendientes a la organización del Mundial, Valcke manifestó en la misiva: "Confío en que no existe ningún problema que no pueda ser superado por los esfuerzos de la FIFA, del Comité Organizador Local y por las autoridades brasileñas en sus diferentes niveles".
Del otro lado, Brasil contestó:
"Sin duda, tenemos un nuevo Brasil. Si recibimos esas palabras repugnantes de la FIFA o cualquier otra entidad, debemos (con razón) responder al mismo nivel".
Rebelo condenó que esas declaraciones hayan sido hechas después de que "la propia FIFA, en enero pasado", divulgó un informe en el que "se refirió al entusiasmo del gobierno y los trabajos", así como "reconoció la excelencia de los proyectos para los estadios".
El ministro sostuvo que, "en conflicto con esas observaciones de la propia FIFA, el secretario general hace una evaluación que no se corresponde con los hechos ni con la realidad" y que "dificulta" el "ambiente de cooperación que existe" entre el gobierno y la entidad.
Valcke tenía previsto hacer una visita a Brasil para revisar el estado de las obras a mediados de este mes, pero Rebelo dijo que pedirá al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que nombre a otra persona, pues el secretario general "ya no es reconocido como interlocutor".
Declaraciones cruzadas:
A raíz de lo ocurrido, el propio Valcke redactó una carta en la que asegura lamentar "profundamente" la interpretación que se le dio a sus palabras. El dirigente señaló: "En francés, 'se donner un coup de pied aux fesses' significa 'acelerar el ritmo' y no 'precisar una patada en el trasero' como se tradujo".
Por eso, continuó, "pido disculpas a cualquier persona que se haya sentido ofendida por mis palabras".
Mientras que respecto de la lentitud de las obras tendientes a la organización del Mundial, Valcke manifestó en la misiva: "Confío en que no existe ningún problema que no pueda ser superado por los esfuerzos de la FIFA, del Comité Organizador Local y por las autoridades brasileñas en sus diferentes niveles".
Del otro lado, Brasil contestó:
"Sin duda, tenemos un nuevo Brasil. Si recibimos esas palabras repugnantes de la FIFA o cualquier otra entidad, debemos (con razón) responder al mismo nivel".