Brasil 2014: el Mundial que puede voltear un Gobierno
El 7-1 quedará como una anécdota atormentante para el pueblo brasilero, pero peor para su Presidente. ¿Qué pasará con Dilma Rousseff?
"Seremos campeones del mundo". El propio entrenador, Felipe Scolari, les tiró la presión a sus jugadores de ganar un Mundial que venía malparido desde el comienzo.
Una sociedad que nunca acogió a la Copa del Mundo, un sector que esperaba una caída estrepitosa como esta, casi una decena de obreros muertos en la construcción de los estadios, un puente que se cayó por no haberlo hecho con suficiente antelación, una Presidente que no pudo dar un discurso inaugural por miedo a la reprobación...
El "¿Dilma dónde estás?" comenzó a resonar en el Mineirao con el quinto gol. Los silbidos se los llevaron los jugadores, que se vieron golpeados por la baja de Thiago Silva y Neymar, aunque llegan a las cumbres políticas más altas.
Es cierto que durante la gestión anterior fue la confirmación de Brasil como sede del Mundial, y que con el correr de los años el gobierno de Rousseff fue lamentando tener que organizar este torneo.
Dilma apuntaba a la reelección. De hecho, iba a dar un discurso de cierre de la competencia, con Brasil campeón del mundo. ¿Querrá darlo? ¿Podrá hacerlo? ¿La dejará la gente?
Se sabe que tanto en Argentina como en Brasil el humor del pueblo se rige en gran parte por el fútbol, por más básico que suene. Si a que la pelota no entra (o lo hace siete veces en arco propio) se le suma la mala situación social, y gastos exorbitantes para organizar este Mundial, los resultados podrían ser catastróficos.
¿Se presentará a reelección Dilma?