Brasil 2014, el Mundial de los contrastes
Mientras en los estadios se gritan goles, en las calles suenan las protestas. ¿Qué pasará dentro de un mes?
El Mundial de Fútbol Brasil 2014 arrancó en un contexto social y político complicado, con protestas, paros y la mitad del país anfitrión en desacuerdo al desarrollo en su tierra de la Copa del Mundo. Sin embargo, el deporte despierta pasiones, los partidos se sufren y los goles se celebran. ¿Vale la pena el contraste? ¿Qué pasa con los que están fuera del estadio y ven pasar el campeonato?
El fútbol, así como otros espectáculos, hipnotiza a las personas y las hace olvidar, al menos por un rato de los problemas. Sirve para hacer 90 minutos de pausa y disfrutar, a pesar de los problemas que aquejan.
Esta Copa del Mundo se caracteriza por un contraste muy marcado entre la alegría de la cancha y la crisis de las calles. ¿Vale la pena para un país como Brasil paralizar todo durante un mes por el Mundial? ¿Qué ocurre el día después cuando la fiesta se acaba y la gente se vuelve a topar con la realidad?
En este sentido, nuestro país tampoco queda exento. Inflación, crisis económica, un vicepresidente acusado de corrupción, son algunas de las cosas que de las que nos olvidaremos por un par de semanas.
¿Qué pasará durante los próximos 30 días? Seguramente no nos enteremos o lo pasemos a segundo plano. ¿O a caso es casual que Boudou no haya querido declarar después del Mundial? ¿Y el cambio de fecha de la audiencia del suspendido fiscal José María Campagnoli?
Tal vez deba ser responsabilidad de cada uno de nosotros combinar la pasión futbolera con la realidad, para no encontrarnos dentro de un mes con un panorama sorpresivo e inesperado, y no ser víctimas del uso político que algunos sectores le quieran dar al fútbol.
¿Qué opinás del contexto en el que se realiza este Mundial?