Brad Pitt: "El físico es efímero"
*Por O. Scholz. Hombre feliz. El actor protagoniza "El árbol de la vida", que ganó la Palma de Oro en Cannes, y "El juego de la fortuna", que ya pinta para el Oscar. Mientras disfruta de la vida con Angelina Jolie y sus hijos, se desdice de sus declaraciones acerca de su ex, Jennifer Aniston.
El ya sabe cómo moverse, sean situaciones incómodas o no. Y ponerle el pecho a lo que sea. Si habla de su ex, Jennifer Aniston, y siente que le conviene recular y cambiar lo que dijo, lo hace. Si el director de su película en Cannes, El árbol de la vida , no aparece por el Festival para presentarla ante la prensa, hablará –bien- por él. Y en la alformbra roja, en la gala de la película, subirá las escaleras del Théatre Lumière con los actores, pero luego, vivo, descenderá para ir a buscar a Angelina y que los fans deliren y los fotógrafos vuelvan a ametrallarlo con flashes. Y serán ésas, y no las anteriores, las imágenes que darán la vuelta al mundo.
Brad Pitt está pasando, ahora, tal vez por su mejor momento. Como actor y en su vida privada. Tiene dos películas de las que se puede enorgullecer dando vueltas por el mundo: la mencionada El árbol de la vida , que como su director, el esquivo Terrence Malick (Pitt lo calificará de "tímido") no pisó la Costa Azul, él se hizo cargo de la promoción de la película "cósmica", y El juego de la fortuna , o Moneyball , en el original, típico filme de deporte, en el caso, béisbol, en el que está al frente de un equipo que tiene todo para perder, y... Tanto suena para la ceremonia del Oscar que se está probando de nuevo el smoking.
Las noticias de su intimidad -que nunca son íntimas sino públicas- más frescas hablan por enésima vez de las disputas entre su ex esposa, Jennifer Aniston, y su actual pareja, Angelina Jolie, con quien aun no se ha casado, pero seguramente lo haga convenientemente antes de un próximo estreno. No sólo Brad, que a sus 47 podría medir mejor cuándo abrir la boca o no (ver Lo que Brad opina sobre...
), sino Angelina, quien luego de ser acusada de haberle robado el marido a la ex Friends , ahora planearía filmar una película con Justin Theroux. Sí, el novio de Aniston.
Pitt estuvo en Cannes por mayo, cuando fue la première mundial de El árbol de la vida –se estrena el jueves en la Argentina-, previo paso por su pequeña finca Chateau Miraval -5 km de largo- donde hace días descansan el caballo de raza Shetland y los seis ponies que les compró a Angelina y sus hijos, para enseñarles a montar. En el Festival, en el contacto con la prensa acreditada, no nos habló de Aniston, Jolie ni de los ponies, sino de la película de la que todo el mundo habló, antes, durante y después de su proyección.
Todo de blanco, con remera escote en V y saco, anteojos de carey, cabello y uñas un poco largas y chivita entrecanosa, el astro de Pecados capitales comenzó defendiendo la ausencia de Malick en un festival que es vidriera de estrellas, pero también plataforma de realizadores, que defienden o no sus producciones artísticas. Primero tiró una bomba ("No sé si volvería a repetir un rodaje como éste, que me dejó exhausto. Cuando rodábamos con niños –Pitt es el padre opresor de tres hijos, en la Texas de los años ’50- no más de dos tomas por día, igual nos quedábamos en el set, porque a Terrence le interesa captar lo que pasa día a día, y no paraba de filmar"), para luego remontar que "mi experiencia con Malick ha sido extraordinaria".
"Uno sabe que con él está en buenas manos. No es un hombre arisco, todo lo contrario –siguió sobre el director de La delgada línea roja , que a los 67 dirigió sólo cinco filmes en 38 años y se convirtió en mito viviente-. Ríe, hace chistes, come y también va a al baño. La diferencia entre los buenos directores y los grandes directores, y Terrence es de los segundos, es que los últimos aman a todos sus personajes." Y para cerrar con el director, justificó su ausencia con un giro metafórico, unido a su propia pasión por la arquitectura: "Creo que él prefiere construir una casa que meterse en el mercado inmobiliario y salir a venderla". Para eso está él.
En la película donde Sean Penn interpreta al hijo mayor de Pitt, que de adulto se replantea cómo afectó a la familia la muerte de un hijo, se cruzan imágenes de la familia con otras del inicio del universo, erupciones volcánicas y dinosaurios. "Es cierto, la estructura de la película no se parece a nada que hayamos visto, es bastante compleja, pero el sentido del filme es universal –se atajó Pitt-. En la familia, la madre encarna a la belleza, es amorosa e inocente. Yo represento a la opresión de la naturaleza, el padre duro que prepara a sus hijos para la lucha por la supervivencia." Pero sabe que, hoy, no todo es color de rosa en la vida de los estadounidenses. "El padre es el provisor, y en la película ves que el sueño americano, como lo entendíamos cuando éramos chicos, no funciona".
"Harían falta días para explicar el proceso de creación del filme –prosiguió-. El guión era muy bueno, denso, pero Terrence no quería seguirlo al pie de la letra. Le gusta atrapar la verdad al vuelo. Por eso la película tiene esa impresión de frescura. Se filmó todo a plena luz del día, y los chicos nunca tuvieron una copia del guión." Brad se permitió bromear con respecto a cómo su personaje maltrata a sus hijos. "Yo les pego regularmente, y funciona. Y también los dejo sin comer", dijo. "Dudé un poco acerca de interpretar a un padre opresivo –se sinceró-, pero sentí que la historia era muy importante, y para mí, se trataba realmente de la trayectoria del niño. Mis hijos van a verla cuando crezcan, ¿y qué van a pensar?’. Ellos me conocen como padre, y espero que simplemente piensen que soy muy buen actor.’’ Supo luego agregar: "Me gustaría ser recordado como actor, el físico es efímero".
En cuanto a la innegable religiosidad del filme, que se pregunta sobre el sentido de la vida, el amor, la muerte, supuso que "veo a Terrence más como a un humanista que a un hombre religioso. Yo fui criado en el cristianismo, tengo mis preguntas, pero no voy a hablar sobre eso", cerró.
A estas alturas, Brad habla de lo que quiere.