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Boxeadores argentinos: de la gloria a la tragedia en un solo paso

Ayer se conmemoró en nuestro país el día del boxeador. Los nuestros han tenido momentos gloriosos, pero la sombra de la tragedía siempre los mira de cerca. ''Locomotora'' Castro habló con DiarioVeloz.com y contó cómo vivió la gloria y la tragedia al mismo tiempo.

*Por Sabrina Valle
@SabrinaAvalle
sabrina@diarioveloz.com

En Argentina, ayer, miércoles se conmemoró el día del boxeador. Esto es gracias a Luis Ángel Firpo quien lograba, en 1923, que un argentino peleara por primera vez por un título mundial.

Fue un 14 de Septiembre en el Polo Grounds de Nueva York, frente a Jack Dempsey conocido como el mejor boxeador de peso pesado de la historia y ante 86.000 personas.

Allí comenzaría, para los pugilistas argentinos una larga historia, tan gloriosa como trágica.

La vida del boxeador no es sencilla, dicen. La gran mayoría proviene de barrios muy humildes, con realidades muy duras; y encuentran en este deporte, la manera de expresar su ira contra la situación que les toca vivir. A su vez, no solo lo toman como modo de expresión sino que también les promete un futuro distinto. La plata, los viajes, la gloria. Todo cuanto desean está ahí, al alcance de sus propias manos.

''Locomotora'' Castro habló con DiarioVeloz.com ''Comencé a los 14 años. Vivía en Caleta Olivia y mi familia era muy humilde. Yo empecé a pelear por la plata. En ese momento no me importaba el deporte. Cuando uno es chico no se imagina a donde puede llegar'' dijo. Finalmente él llegó lejos.

Jorge Castro conoció la gloria consagrandose campeón mundial en 1994, tras vencer en Buenos Aires al campeón Reggie Jonhson. Pero aún así, como a casi todos los boxeadores, la tragedia le sopló la nuca.

El 17 de Junio de 2005 chocó contra un árbol en Costanera Sur. El accidente casí le cuesta la vida. Sufrió diversos traumatismos por todo el cuerpo y el mas grave se produjo en el torax y le generó una hemorragia, por lo cual se le acumuló sangre entre el pulmón y la pleura, lo que le impedía respirar normalmente. Su recuperación fue lenta, pero hoy no tiene secuelas. Es uno de los pocos.

La lista comienza con José María "el mono" Gatica. No logró ser campeón mundial, pero alcanzó una gran popularidad gracias al empuje que le dió a nivel mundial Juan Domingo Perón por ser fanático de ese deporte. Falleció a los 38 años de edad, atropellado por un colectivo a la salida de la cancha de independiente.

Oscar ''Ringo'' Bonavena. Idolo del pueblo, campeón mundial. En su época de gloria, luego de enfrentarse con el mítico Muhamad Alí fue asesinado por un guardaespaldas de Mustang Ranch. Tenía 33 años.

La lista continúa con Víctor Galíndez, quien fue dos veces campeón mundial mediopesado. Se retiró del ring para dedicarse al automovilismo, su otra pasión y en 1980, cuando apenas tenía 31 años, tuvo que abandonar su primera carrera de TC por un problema mecánico y fue atropellado por el auto de otro competidor mientras caminaba por la banquina.

Lamentablemente la lista continúa y quizá nos encontramos con el caso mas emblemático y mas marcado de la tragedia: Carlos Monzón. Después de defender 14 veces la corona mundial, y retirarse como campeón, fue preso durante 11 años preso por el crimen de su esposa Alicia Muñíz, y murió el 8 de enero de 1995 en la localidad de Los Cerrillos, provincia de Santa Fe, en una de sus salidas transitorias para trabajar.

Mas cercano en el tiempo, Ubby Sacco fallece en 1997 con 41 años. Atrapado por sus problemas de adicción robó, se escapó, fue preso. Algunos dicen que no se bancó la vida y se dejó morir por un tumor en las fosas nasales y una meningitis.

Este pequeño reconto termina con la muerte de Yamila Morales . La jóven embarazada fue atropellada el 25 de Enero de 2010 por Rodrigo ''La hiena'' Barrios quien hoy atraviesa un proceso judicial que le impide volver al cuadrilátero.

La suerte le fue esquiva a estos representantes del boxeo argentino. Todavía es una incógnita si es el destino, si son decisiones personales o el entorno los lleva a estos trágicos finales. Lo cierto es que nuestros boxeadores han tendido carreras exitosas, pero muchos han vivido terribles finales.