Boqueteros robaron en Tucumán
Dos valiosas Custodias de oro y plata fueron robadas del Museo de Arte Sacro de Tucumán, por delincuentes que ingresaron a través de un boquete por los techos y se descolgaron con sogas para concretar el atraco.
El robo fue descubierto ayer en el edificio situado en la calle Congreso de Tucumán 53, de la capital provincial, donde un sistema de alarmas que también cubre las vitrinas en las que se encuentran los objetos históricos no funcionaron, de acuerdo con lo señalado.
El robo fue descubierto cerca del mediodía por las autoridades del Museo, que permanece cerrado en los primeros días del año.
Los delincuentes realizaron un boquete en el techo a la misma altura donde se encuentra una vitrina en la que se hallaba, junto a otros objetos, una Custodia de oro perteneciente a la Iglesia Catedral.
De acuerdo con lo señalado, la Custodia -una pieza utilizada tradicionalmente en las iglesias para exponer el Santísimo Sacramento para la adoración por parte de los fieles- fue sustraída por los delincuentes luego de romper un vidrio.
A unos cinco metros fue violentada otra vitrina de la que fue robada una Custodia de oro y plata del siglo XVIII, según lo señalado por autoridades locales.
"Son dos de las piezas más importantes del Museo. Una es muy antigua, de la época jesuítica. Es muy preciosa y tiene apliques de oro", expresó la presidenta de la Fundación de Amigos del Museo de Arte Sacro de Tucumán, Elvira Frías Silva, en declaraciones al diario local La Gaceta.
"Esta pérdida es tremenda para nosotros. Son piezas irrecuperables", añadió al respecto.
Por su parte, Sara Peña de Bascary, miembro de la Junta de Estudios Históricos, indicó que "las Custodias son utilizadas para exhibir las hostias en la mesa en las celebraciones especiales de las misas".
Las autoridades del Museo, que había abierto sus puertas por última vez el 30 diciembre pasado, estiman que si las alarmas fueron activadas y desactivadas rápidamente por los ladrones, el robo pudo haberse concretado en medio de las celebraciones de año nuevo, para aprovechar el ruido de los fuegos artificiales.
La Policía local estima que se trata de un robo muy planificado y hecho "por encargo", posiblemente de coleccionistas, ya que las dos Custodias fueron los únicos objetos sustraídos.