Bolsonaro impulsa un acuerdo Mercosur-UE y el gobierno argentino acompaña
Altos funcionarios de Brasil creen que podrían cerrar trato con los europeos antes de agosto.
Macri no se ha mostrado tan liberal públicamente, pero se siente a gusto con la propuesta del equipo de Bolsonaro, ya que va muy en línea con su visión de comercio exterior, que no ha podido desplegar en esplendor por resistencias internas y el proteccionismo que ha irrumpido a nivel global en los últimos años.
Hay otros optimistas. El canciller argentinoJorge Faurie afirmó días atrás que se han logrado "avances muy fuertes" en las dos últimas rondas de negociación. Y el presidente de la Cámara de Comercio Brasil-España, José Gasset Loring, también cree que se podría cerrar un acuerdo antes de agosto. "Sería histórico y un ganar-ganar, con un incremento en los flujos de comercio e inversión en ambos sentidos", aseguró.
El portavoz del gobierno brasileño aseguró que la discusión sobre el acuerdo UE-Mercosur será un tema prioritario en la agenda entre Bolsonaro y Macri. En tanto, que Guedes haya dicho antes de agosto no es casual. Entre el 14 y el 17 de julio el bloque sudamericano se reunirá en Santa Fe y allí habría que tener madurada una posición clara, para presentar ante los demás países miembros, Uruguay y Paraguay, que en principio también están dispuestos a una mayor apertura.
El asunto clave es el Arancel Externo Común, el paraguas que grava con fuertes porcentajes las importaciones extra-bloque, y que Brasil propone ir diluyendo progresivamente. Por caso, en el rubro automotriz, sugieren ir bajando el arancel del 35% actual, un 10% en cuatro años. Sería una ofrenda a los europeos que históricamente han pretendido no tener trabas para el ingreso de sus productos industriales. En cambio, los sudamericanos pugnan desde siempre para poder vender más libremente a Europa productos de origen agropecuario, como trigo, carnes, azúcar, arroz y biocombustibles.
Por lo pronto, es un hecho que se está trabajando fuerte desde diversas áreas del gobierno argentino para acercar posiciones. Y el mayor escollo sigue siendo que algunos empresarios industriales tienen miedo de no poder competir.