Bolivia en su hora más urgente

Guillermo Whpei

Presidente de @fundaciondemo. Empresario social. Presidente de @fihrm (Federación Internacional De Museos de Derechos Humano).

Bolivia vive horas de zozobra. Hoy por la tarde, Evo Morales, anunció públicamente su renuncia al cargo presidencial luego de una semana cargada de violencia en las principales ciudades de ese país. Tristemente, el orden institucional se ha quebrado una vez más en América latina, un gobierno democrático que debía cumplimentar su mandato se ha visto obligado a interrumpirlo, con todas las consecuencias materiales y simbólicas que eso tiene, no solo para Bolivia, sino para nuestra región.

Los argentinos tenemos memoria de lo que significa no alcanzar a cumplir con las gestiones presidenciales. Siempre esas fracturas al orden constitucional se han traducido en frustración y violencia. En este caso, en el de Bolivia, nada augura que los próximos tiempos vayan a ser sosegados. Y todos podemos imaginar que no son pocos los intereses internos y externos que han tensado la cuerda para que esto que hoy leemos en los portales de noticias haya tenido lugar. La acción mancomunada de la policía, los sectores radicalizados que nunca faltan, el impulso del siempre omnisciente Departamento de Estado norteamericano, custodio o guardián permanente de nuestro destino sudamericano, lo han hecho, sin lugar a dudas, posible.

Hasta hace poco tiempo atrás, los latinoamericanos enunciábamos con orgullo la conquista de la senda democrática para nuestros países luego de tantos fracasos institucionales, pero el presente, el de estos días, nos muestra un costado más que frágil de nuestros sistemas políticos, estos que supimos construir luego del paso violento de las dictaduras.

Bolivia merece como nación hermana reencontrarse con su institucionalidad. La renuncia de Evo Morales nunca debió ocurrir. Ahora solo resta pedir que los nuevos gestores del orden político cuiden al extremo la integridad física de todos, absolutamente todos los bolivianos y que se comprometa a llamar inmediatamente a elecciones libres y transparentes, única vía posible para que la convivencia democrática vuelva a ser una realidad en nuestro querido país hermano.