Boda poco real
"Una boda con poca emoción"; "Un casamiento nada real"; "La más triste de la historia", son algunos de los titulares de los periódicos europeos que circularon horas después de la boda entre el Alberto Grimaldi y Charlene Wittstock luego de las dos ceremonias celebradas en Mónaco este fin de semana.
A Charlene se la vio triste y Alberto pareció ausente. Las noticias en L'Express y Le Figaro que atribuían dos hijos más a Alberto dispararon dudas por parte de la ex nadadora, incluso circuló el rumor que ella intentó huir del país de forma impulsiva.
Ni siquiera el "Ave María" que cantó Andrea Boccelli logró que la boda de Mónaco alcanzara cierta emoción. Los medios remarcaron la perplejidad del rostro de la novia, su intensa tristeza de sus ojos, la resignación ante el casi aburrido beso del príncipe y luego su suicidio en llanto en la Iglesia de la Santa Devota.
Una gran alfombra roja, tres días de celebraciones, dos vestidos de novia y 3.500 invitados no fueron suficientes para convencer a miles de usuarios de Twitter que coincidieron en que Charlene estaba "muy triste" con una "sonrisa fingida" y que todo el tiempo intentaba ocultar sus verdaderos sentimientos.