Bergman habló sobre la tv que compró en Chile: "A mí no me agarraron infranganti"
Luego de la repercusión que tuvo la imagen del ministro con un LCD, el funcionario salió a hablar y explicar que sucedió.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, viajó a Chile para participar del II Congreso Interamericano sobre el Estado de Derecho Ambiental y de paso, a su regreso, se trajo dos televisores gigantes. Una pasajera que vio cómo el ministro despachaba los aparatos lo fotografió y subió la imagen a su cuenta de Twitter. La foto no tardó en hacerse viral. Sin embargo, rápidamente, Bergman aclaró que se trataba de una compra destinada a ser donada.
"Fue una decisión mía personal sin requerir ni asistencia ni utilizar estructuras del Estado. Tenía una invitación que se terminaba de confirmar en el transcurso de mi estadía en Chile y yo me había comprometido porque formo parte de este Instituto que se está inaugurando esta noche", explicó el Bergman en diálogo con Infobae.
"Es un seminario de formación rabínica reformista en el marco de una fundación que se llama Mishkan que cumple sus primeros 25 años. Yo tenía el compromiso de apoyar y además de dirigir lo que va a ser el centro de educación a distancia de la formación rabínica y tomé la decisión, con mis propios recursos y mis propias manos, de comprar el Smart TV que es imprescindible para las teleconferencias ya que estamos conectados con centros de formación en Estados Unidos".
"Y también la primera edición del Talmud. Esa es la donación que voy a concretar en este acto de inauguración de hoy a las 19. Lo hice con total espontaneidad, sin necesidad de ocultarme ni utilizar ningún atajo. Lo compré, pagué el oversized en la compañía aérea y los impuestos como corresponde".
"Ni me escondí ni me fui de donde estaban todos los pasajeros, con los que viajé en la misma clase y como uno más. Me comporté de manera espontánea, ni siquiera premeditada. Casi análogo a como lo hice la vez pasada, cuando yo tampoco suponía esa repercusión en Twitter. Hay una condena y un juicio de valor sobre esta actitud que no digo que no podamos debatir, sobre todo por los antecedentes y porque la gente siempre tiene tanta suspicacia y dudas sobre la función pública".
La próxima vez voy a hacer lo que hago siempre. Entiendo y acepto el doble estándar, donde también como valor cultural preferiríamos que no se vea aunque sepamos que se haga antes que asumir que si uno lo hace y lo muestra es porque no tiene nada que ocultar. Yo diría al revés, a los que son tan duros y críticos, descontando a aquellos que tienen una motivación política y partidaria, a la gente de buena fe que critica y me parece válido, les diría que si supusiera que es algo que está mal, que no se pueda hacer, o que yo tuviera alguna duda sobre si es defendible, no lo hubiera hecho".
"Leí que me agarraron in fraganti. No, in fraganti nada, a mí no me agarraron haciendo algo infraganti. Entiendo que de manera espontánea un ciudadano, periodista, me sacó una foto y la gente opina en un espacio abierto, plural, no dirigido ni condicionado... respeto todas las opiniones".
"Si yo hubiera hecho algo de lo que ahora me tengo que defender, ¿no habría podido evitarlo? Yo fui como uno más y por mi impronta (con esto no quiero criticar a nadie), porque no viajo con asistencia y no le pido a otro que lo haga por mí para no quedar expuesto como si yo hiciera algo que está mal. Pero entiendo que un montón de otros funcionarios quizás van a tomar recaudos, porque si las reacciones son estas...".
"Yo no lo haría de otra manera, a lo sumo no lo haría. Me parece que no tengo que resignarme a dejar de hacer lo que un ciudadano libre puede hacer. Repito, entiendo perfectamente que no es lo mismo un funcionario que un ciudadano. Tengo derechos y obligaciones y las cumplo".
(Fuente Infobae)