Basta de liberar asesinos
Para dictaminar, los jueces se nutrieron de informes médicos.Pero también es cierto que pudieron decir que no, y no lo hicieron.
Es cierto que las decisiones se ajustan a derecho. Es cierto que para dictaminar, los jueces se nutrieron de informes médicos.Pero también es cierto que pudieron decir que no, y no lo hicieron.
Las recientes decisiones judiciales que habilitaron el arresto domiciliario para dos asesinos en causas mediáticas, duele, indigna.
La sensación que uno tiene es que esas libertades huelen a burla.
El caso de mujer apodada "La Chiru", condenada a perpetua por el asesinato de Leandro Denegri, en Wilde, es escandoloso y polémico.
Alegó la condenada que tiene una beba de 21 meses enferma, y que necesita ateción especial que el Servicio Penitenciario Bonaerense no podía darle.
El tema es que la enfermedad que tiene la beba no es terminal ni mucho menos. Se trata de diarrea, conjuntivitis y bronqueolitis.
La conclusión es sencilla: "basta de liberar asesinos".
Las recientes decisiones judiciales que habilitaron el arresto domiciliario para dos asesinos en causas mediáticas, duele, indigna.
La sensación que uno tiene es que esas libertades huelen a burla.
El caso de mujer apodada "La Chiru", condenada a perpetua por el asesinato de Leandro Denegri, en Wilde, es escandoloso y polémico.
Alegó la condenada que tiene una beba de 21 meses enferma, y que necesita ateción especial que el Servicio Penitenciario Bonaerense no podía darle.
El tema es que la enfermedad que tiene la beba no es terminal ni mucho menos. Se trata de diarrea, conjuntivitis y bronqueolitis.
A "La Chiru" la soltaron igual. Y apenas salió le hizo llegar una amenaza a María Denegri, mamá de Leandro. La madre de la víctima cree que la condenada dejó enfermar a propósito a la beba para conseguir el beneficio. Temerario.
Es cierto que cabía otra posibilidad. Una chance hubiese sido que la beba sea cuidada afuera de la cárcel por otro pariente de la madre, y que ese pariente llevara a la beba al médico, y que la madre continúe adentro de la cácel.
El otro caso también es patético. Daniel Bellini, condenado a 15 años de cárcel por el asesinato de Morena Pearson, recibió el beneficio del arresto domiciliario.
El motivo es que tiene Parkinson. El argumento judicial es que no lo pueden tratar de esa enfermedad en la cárcel. La pregunta que surge es ¿era necesario darle el beneficio para tratarlo en su casa?.
El motivo es que tiene Parkinson. El argumento judicial es que no lo pueden tratar de esa enfermedad en la cárcel. La pregunta que surge es ¿era necesario darle el beneficio para tratarlo en su casa?.
Esta clase de beneficio suena a mucho. Habrá que ver si a otros presos en igual situación, o con enfermedades peores, los liberan también.