Balearon a un profesor de literatura en la puerta de su casa: se fueron sin robarle nada
La emboscada ocurrió en Villa Luzuriaga y hasta el momento no se descarta ninguna hipótesis. Recibió un disparo en el cuello.
Un profesor de Literatura fue atacado a balazos el jueves cuando salía de su casa, en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza.
Lo emboscaron cuatro hombres y le dispararon en el cuello. Se investiga si se trató de un intento de robo, aunque no se descartan otras hipótesis, ya que no le sacaron ninguna de sus pertenencias. Está grave.
El hecho ocurrió alrededor de las 7:00 en las calles Florio y Cervantes. Según fuentes policiales, un docente identificado como Luciano Andrés Geddo, de 44 años, había salido de su casa ubicada a pocos metros de esa esquina para dirigirse a trabajar cuando fue abordado por cuatro hombres armados.
Los atacantes se trasladaban en un auto Citroën C4 negro, con vidrios polarizados. Le dispararon al menos 3 veces sin mayor intercambio y escaparon sin robarle nada.
Al escuchar los disparos, los vecinos activaron la alarma privada del barrio, mientras que la víctima fue auxiliada por su padre y una enfermera que vive en las inmediaciones, de acuerdo con el relato.
Las fuentes detallaron que el docente baleado fue llevado por sus familiares en un vehículo particular, custodiado por personal policial que había llegado al lugar del hecho, hasta el Hospital Interzonal General de Agudos “Profesor Dr. Luis Güemes, de Haedo, donde los médicos constataron que presentaba heridas de bala en la zona del cuello.
Geddo fue intervenido quirúrgicamente y por la tarde continuaba en “estado reservado”.
Investigan si se trató de un “ajuste de cuentas”
El caso quedó en manos de la fiscal Unidad Funcional de Instrucción Nº11 de La Matanza, a cargo de la fiscal Analía Córdoba, que ordenó recabar testimonios y hacer un relevamiento de cámaras de seguridad.
La causa se investigaba, en principio, como tentativa de robo y lesiones. Pero luego se modificó y la calificación pasó a ser la de tentativa de homicidio, tras las primeras pruebas recolectadas.
Aún no hay detenidos ni personas identificadas. “Creemos que se trata de un ajuste de cuentas”, le dijo un investigador a Clarín. Es que en las imágenes registradas por las cámaras de seguridad se pudo notar que el auto llegó minutos antes al lugar del hecho y estacionó. El atacante recién se bajó cuando lo vio a Luciano.
“Se lo nota convencido de lo que iba a hacer. El ladrón, por lo general, suele bajar con el arma escondida. Además, los vecinos solo escucharon disparos. Nadie oyó gritos o amenazas de robos”, agregó la fuente.
El agresor no se llevó la mochila (en la que había una notebook), ni la billetera, ni el teléfono celular de Luciano. Agentes de la Policía Científica levantaron además 6 vainas servidas calibre 9 milímetros.
Desde el entorno de la víctima, manifestaron que Geddo “no tenía problemas con nadie”, o al menos no estaban al tanto de algún conflicto.
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