Balearon a un albañil para apropiarse de su vivienda
Un albañil de 55 años denunció que una banda integrada por seis personas lo atacó salvajemente a balazos y a golpes para echarlo de su casa y tratar de despojarlo de su terreno, en una localidad de la ciudad de La Plata.
En esa zona, conocida Villa Garibaldi, en el sudeste de esta ciudad, los vecinos expresaron su temor y preocupación por lo que denunciaron como el accionar de una banda que los tiene amenazados y que se dedica a apropiarse de terrenos y viviendas.
El episodio que más alarmó a los vecinos sucedió en la noche del lunes último, cuando el albañil Juan Florentín Rodríguez estaba solo en su humilde vivienda de la calle 665 entre 13 bis y 14, que había construido él mismo durante los últimos cuatro años.
Según contó la víctima, el ataque lo perpetraron seis personas, que llegaron hasta su casa en un Volkswagen Gol gris y en una camioneta Fiorino, y que estacionaron en la puerta de la vivienda.
"Me golpearon la ventana y me preguntaron si era la calle 665. Yo desde adentro les contesté que sí. Y ahí me dijeron a los gritos que saliera. Salí, me agarraron de la ropa y me pegaron. Yo me pude escapar para la casa y empezaron a los tiros por la ventana. Uno de los disparos me rozó la pierna", contó la víctima en declaraciones al diario El Día de esta ciudad.
Según su relato, a las patadas los sujetos rompieron la puerta, entraron al inmueble y comenzaron a golpearlo brutalmente. "Uno subió a la planta alta, revisó todo y agarró todos los papeles del terreno. Me decían 'andate de acá'. Decían que ellos habían comprado las tierras dos meses atrás y me tenía que ir", dijo el hombre.
Algunos vecinos alcanzaron a ver que algo extraño pasaba en la vivienda y llamaron a la Policía.
Ellos aseguran que un móvil policial llegó al lugar y se habría llevado aprehendidos a algunos de los sospechosos, pero la información no fue corroborada por fuentes policiales.
Según los vecinos de la zona, en esa localidad la población ha crecido significativamente en los últimos años, se mejoraron los servicios y el valor de las tierras subió: pero junto a ese crecimiento, el barrio quedó bajo la mirada de individuos que vieron en esos terrenos una oportunidad para hacer sus "negocios".
De acuerdo con sus testimonios, estos grupos "recurren a códigos abiertamente mafiosos: amenazas, aprietes e intimidaciones".
Tras la golpiza, Rodríguez tuvo que ser atendido en un centro médico. "Por miedo yo me iba a ir -dijo el albañil-, pero la gente me convenció para que me quedara".
El episodio que más alarmó a los vecinos sucedió en la noche del lunes último, cuando el albañil Juan Florentín Rodríguez estaba solo en su humilde vivienda de la calle 665 entre 13 bis y 14, que había construido él mismo durante los últimos cuatro años.
Según contó la víctima, el ataque lo perpetraron seis personas, que llegaron hasta su casa en un Volkswagen Gol gris y en una camioneta Fiorino, y que estacionaron en la puerta de la vivienda.
"Me golpearon la ventana y me preguntaron si era la calle 665. Yo desde adentro les contesté que sí. Y ahí me dijeron a los gritos que saliera. Salí, me agarraron de la ropa y me pegaron. Yo me pude escapar para la casa y empezaron a los tiros por la ventana. Uno de los disparos me rozó la pierna", contó la víctima en declaraciones al diario El Día de esta ciudad.
Según su relato, a las patadas los sujetos rompieron la puerta, entraron al inmueble y comenzaron a golpearlo brutalmente. "Uno subió a la planta alta, revisó todo y agarró todos los papeles del terreno. Me decían 'andate de acá'. Decían que ellos habían comprado las tierras dos meses atrás y me tenía que ir", dijo el hombre.
Algunos vecinos alcanzaron a ver que algo extraño pasaba en la vivienda y llamaron a la Policía.
Ellos aseguran que un móvil policial llegó al lugar y se habría llevado aprehendidos a algunos de los sospechosos, pero la información no fue corroborada por fuentes policiales.
Según los vecinos de la zona, en esa localidad la población ha crecido significativamente en los últimos años, se mejoraron los servicios y el valor de las tierras subió: pero junto a ese crecimiento, el barrio quedó bajo la mirada de individuos que vieron en esos terrenos una oportunidad para hacer sus "negocios".
De acuerdo con sus testimonios, estos grupos "recurren a códigos abiertamente mafiosos: amenazas, aprietes e intimidaciones".
Tras la golpiza, Rodríguez tuvo que ser atendido en un centro médico. "Por miedo yo me iba a ir -dijo el albañil-, pero la gente me convenció para que me quedara".