Balance de la boleta única
*Por Oscar Blando. Alejada de los debates políticos que tienen otras provincias, como la reelección de sus gobernadores o la legalidad de las listas colectoras, Santa Fe ha avanzado institucionalmente en materia electoral: primero derogando la "ley de lemas", luego adoptando en el 2007 y antes que en la Nación, el sistema de elecciones primarias, simultáneas y obligatorias y ahora ha sido la primera provincia argentina en votar con la boleta única y el resultado ha sido altamente satisfactorio.
Pero los santafesinos no estuvimos exentos de escándalos y denuncias de fraude. En el 2001 el Tribunal Electoral de Santa Fe le negó la posibilidad de presentarse al partido de Elisa Carrió con las siglas ARI pero admitió la presentación de otro sublema con una enorme sigla "ARI", pero que significaba "Ahora Reales Ideas". Conclusión: sacaron casi la misma cantidad votos. Años antes, un candidato a concejal de Rosario se había convertido en "el Clon" por presentar un sublema en el que su apellido aparecía en letras enormes, que confundieron al electorado con su primo candidato a intendente. Conclusión: el más conocido no salió intendente y el menos conocido, fue concejal. Más recientemente, en el 2009 una maniobra fraudulenta se descubrió en la localidad santafesina de Casilda: un "partido" presentó listas cuyos candidatos nunca fueron consultados. La intención, se decía, era "apropiarse del dinero que le correspondía al partido para la impresión de boletas que nunca se harían porque las listas eran truchas".
UN REMEDIO
La boleta única impide la concreción de estas y otras "picardías" y trampas electorales. Al ser el Estado quien tiene la responsabilidad de diseñar, imprimir y distribuir las boletas en lugar de los partidos, reduce la posibilidad de fraudes electorales, termina con el negocio de la impresión de boletas y acaba con la práctica de robar u ocultar boletas en el cuarto oscuro, ya que será el presidente de mesa el encargado de entregar una boleta a cada elector. Se garantiza así al votante autonomía: encontrará todas las opciones garantizando el derecho igualitario a elegir y ser elegido.
La boleta única ataca prácticas clientelares ya que no se pueden utilizar las boletas para el intercambio de favores por votos, como el "voto cadena" (se suprimen los sobres) y elimina la posibilidad de distribuir boletas falsas o adulteradas de los adversarios para perjudicarlos. Evita la lista sábana horizontal y los candidatos a diputados y concejales ya no serán elegidos por "colgarse" de una candidatura conocida para gobernador o intendente, sino que lo serán a partir de la decisión autónoma de los votantes.
La boleta única es el instrumento de votación más usado en las democracias del mundo. Lo extraño no es que utilicemos la boleta única, lo extraño es que todavía votemos con las boletas partidarias: en América latina sólo Argentina y Uruguay utilizan la boleta partidaria y el 80% de los países en el mundo usan la boleta por categoría y no por partidos (con alternativas en los diseños de boletas), habiendo sido adoptada por Estados con alto y bajo grado de desarrollo social y cultural.
LA APLICACION
La implementación de la boleta única en Santa Fe fue promisoria: la ciudadanía, como lo indicaron organismos nacionales e internacionales (CIPPEC y la OEA) comprendió, -merced a una amplia campaña de difusión masiva- cómo era el sistema y concurrió a votar, manteniendo los niveles históricos de asistencia: más del 72% de los electores. Los ciudadanos rescataron el sistema por su "sencillez y agilidad": no hubo filas esperando para votar, ya que se habilitaron hasta cinco cabinas para que los electores simultáneamente eligieran secretamente a sus candidatos.
Utilizando instrumentos de medición se comprobó mediante encuestas, que las autoridades de mesa (tres en total: un presidente y dos auxiliares) -actores claves para un eficiente proceso electoral con boleta única- manifestaron en un 98%, que la capacitación recibida había sido entre buena y muy buena y percibieron que más de un 80% de los votantes tuvieron una visión positiva del nuevo sistema.
El porcentaje de voto válido en las elecciones primarias fue del 95%, (en las generales del 96%) incluyendo a los votos afirmativos (88%) y en blanco (7%), advirtiendo que en Santa Fe el voto en blanco es más "válido" que nunca, dado que exige del elector que lo coloque en un casillero específico. A su vez, el voto nulo alcanzó al 5%, (4% en las generales) de los cuales, el 60% de ellos, fue la no realización de marca alguna, lo cual supone que es equiparable al voto en blanco en el sistema anterior. Los votos recurridos fueron del 0,11%, no hubo ninguna boleta falsa (no oficial) y todas tenían la firma de la autoridad de mesa. Como evaluara la misión de la OEA, "el cierre y el escrutinio se desarrollaron dentro de las formas y tiempos esperados".
TRAMPAS ELECTORALES
Las deficiencias del actual sistema de votación a nivel nacional posibilitó la realización de trampas electorales y falta de transparencia que afectan la calidad y legitimidad de los procesos electorales. La boleta única intenta disminuir o suprimir esas prácticas, dándole al elector un extraordinario poder de autonomía. Eso es todo y no es poco. Pero no debe pedirse a la boleta única que supere o modifique los rasgos de un sistema electoral, porque no lo es en sí mismo, sino que expresa una de sus áreas: el sistema de votación. La boleta única debe ser parte de una reforma política más amplia y profunda.
Dejar a discreción y posibilidades de los partidos la distribución de las boletas afecta el derecho del elector a elegir y el de los candidatos a ser elegidos. Cuando los partidos eran fuertes organizaciones de masa los militantes cumplían funciones de fiscalización que por razones de organización y financiamiento hoy no pueden cumplir y coloca así a los partidos en situaciones de franca competencia desigual afectando el principio representativo. Es hora de evaluar, como lo ha sugerido la Cámara Nacional Electoral, la utilización de la boleta única en todo el país. Podrá discutirse cómo se implementará, qué diseño de boleta se adoptará, pero sin dudas, es un avance que mejora la calidad institucional y democrática.