¿Autonomía o dependencia?

Esa situación sería históricamente anómala y a su sombra, según el diagnóstico del equipo de Nilda Garré, la policía se constituyó en un poder en sí mismo, con una serie de consecuencias y derivados colaterales que constituyen su lado oscuro . El autogobierno, entonces, se habría mantenido durante todo el gobierno de Néstor Kirchner y la gestión de Cristina , hasta el arribo de Garré a la nueva cartera de Seguridad.

Si seguimos literalmente ese relato, Aníbal Fernández, jefe de Gabinete y ex responsable de las fuerzas de seguridad, no habría sido el jefe político de la Policía sino, por el contrario, el delegado de esa fuerza en la Casa Rosada. Y la dependencia de la fuerza con el poder no habría sido tal porque la autonomía de la Federal podía más que cualquier mandato.

Volviendo al diagnóstico de Garré, esa autonomía pasa por "cajas" que había manejado, también con independencia, la Federal. La necesidad de enfrentar la inseguridad, por lejos el primer reclamo de los porteños , hace que se desafecten agentes involucrados en otras tareas para que patrullen las calles. Esa es también la razón oficial. Pero si dañan políticamente a un adversario, se une lo útil a lo agradable, aunque esté la gente de por medio .

Ayer, los agentes que custodiaban hospitales y edificios del gobierno porteño cesaron su tarea por orden del Gobierno. Lo había anunciado Garré en un acto político en el que participaron casi todos los postulantes kirchneristas a la jefatura de Gobierno. Pero por la mañana, se dijo que la medida se postergaba hasta mayo. No hay tal cosa, salvo una argucia legal para cubrir la retirada .