Aumento salarial: quiénes lo cobran, cuándo se paga y la tragedia de tener trabajo en negro
Es una buena medida pero no alcanza. Al igual que el bono de los jubilados. El Estado debe encontrar la vuelta para los casi 5 millones de trabajadores precarizados.
Se dio a conocer el decreto del Gobierno con el aumento salarial. Para empezar esta nota de opinión hay que dejar en claro algo: siempre viene bien una recomposición salarial y es mejor que nada. Dejando esto escrito para los militantes del oficialismo que nos tiran por la cabeza que con Macri los trabajadores no recibieron absolutamente ni una buena noticia empiezo a contar mi visión y preocupación.
Habrá un aumento de $3.320 de bolsillo para los trabajadores de la actividad privada, de los cuales se pagarán con el sueldo de enero $ 2490 y a partir de febrero se agregarán los $ 830 restantes, completando los $ 3.320. Ese aumento será absorbido por los acuerdos alcanzados en futuras paritarias, o sea que es a cuenta de estas. Eso ayuda bastante al trabajador en blanco que tiene que esperar meses por las paritarias que suelen dilatarse. El aumento no irá al básico sino en un ítem separado.
La cifra es bastante corta pensando en el desastre que nos dejó la gestión Macri-FMI y los últimos aumentos que generaron la devaluación y la vuelta del IVA a los productos de la canasta básica. Esto último es chequeable yendo al supermercado. Por citar algunos ejemplos, un kilo de yerba marca Playadito pasó de $224 a $285, un pan lactal pasó de $105, 55 a $112,94 y un yogurt con copos pasó de $74,95 a $90,69.
“Con esta medida, 1.300.000 trabajadores logran recuperar la totalidad del poder adquisitivo en 2019. Es el 20%, aproximadamente, de la totalidad de los trabajadores”, afirmó el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
¿Qué no dice el Gobierno sobre el decreto con el aumento?
Moroni calla que el aumento será recibido sólo por el 50% de los trabajadores registrados. Afuera han quedado los estatales nacionales y, por ende, los provinciales y municipales. Los que no aparecen en ninguna consideración son los 4,85 millones de trabajadores en negro y los casi 5 millones de cuentapropistas.
Los trabajadores en negro son víctimas de la situación. El Gobierno tiene que buscar la forma institucional para que estas casi 5 millones de personas puedan entrar en el sistema y, además, tener una suma fija para poder palear esta brutal crisis que nos dejó el macrismo.
El ex ministro de Economía, Álvaro Alsogaray nos dejó una famosa frase que fue “hay que pasar el invierno”. Muchachos, muchachas, muchaches: en este 2019 y a 61 años lamentablemente tenemos que reconstruirla en “hay que pasar el verano”.
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