Atienden sólo a clientes y conocidos, pero igual los asaltaron
Los dueños y empleados de un local de fotocopias ubicado cerca de la estación de trenes de la ciudad de La Plata decidieron atender sólo a clientes y conocidos, para evitar la ola de robos, pero a pesar de ello volvieron a ser víctimas de un asalto.
El nuevo episodio delictivo se produjo ayer por la tarde, cerca de las 15:30, en un negocio de fotocopias ubicado en la calle 2, entre 44 y 45, y según lo señalado por una de las víctimas, el adolescentes armado amenazó con matarla, mientras le apuntaba.
En el local, ya habían puesto un cartel en el vidrio con la advertencia destinada a evitar más robos: "Disculpe, por razones de inseguridad atendemos sólo a clientes", señala el texto ideado por los dueños del local.
"Es así, lamentablemente, aunque perdamos clientes tenemos la orden de dejar pasar solamente a la gente que conocemos. No se puede vivir más así", dijo al diario El Día de esta ciudad Valeria, empleada de la fotocopiadora ubicada sobre la calle 2.
El autor del robo ocurrido en la víspera fue un adolescente de unos 17 años, a quien la empleada confundió con un alumno de la escuela ubicada a escasos metros del negocio y por ello dejó pasar al comercio.
De acuerdo con lo señalado, alrededor de las 15:30 Valeria estaba sola en la fotocopiadora, y el menor esperó frente a la puerta hasta que la mujer le abrió.
Apenas ingresó, se acercó al mostrador. "¿Me das 2 pesos?", preguntó a la empleada. "Ahí pensé 'este me hace'. Así que enseguida le di los 2 pesos. Entonces me dijo 'no me alcanza, ¿me das 5?'. Se los di y ahí nomás sacó un arma y me apuntó", relató la empleada.
"Dame todo o te pego un tiro", amenazó el asaltante, por lo que la mujer no opuso ninguna resistencia.
Según dijo la empleada, enseguida le dio la plata de la caja -que no era demasiada debido a que recién habían hecho cambio de turno-, pero el ladrón decía que quería más.
"Dio la vuelta al mostrador y revisó él mismo. Estaba muy alterado. 'Dame más me decía'", sostuvo la joven.
Luego, el delincuente le dijo a su víctima que se fuera al baño y se encerrara allí. "Yo rezaba para que se vaya", reconoció Valeria.
Tras unos minutos el delincuente se fue corriendo. "Cuando escuché el ruido de la puerta salí del baño", dijo la víctima.