Política
Atentado a Cristina Kirchner: un militante kirchnerista declaró en el juicio que custodios de la ex vicepresidenta le pidieron que borre los videos del ataque
Se trata de Cristóbal Elgueta, quien sostuvo que cree que le hicieron ese pedido porque los policías querían "salvarse de la responsabilidad" por su accionar.
Este miércoles, en el marco del juicio por el atentado contra Cristina Kirchner, un militante kirchnerista declaró y apuntó contra el rol de la custodia de la ex vicepresidenta. Se trata de Cristóbal Elgueta, que estuvo frente al edificio de Cristina la noche que Fernando Sabag Montiel intentó dispararle, le dijo a los jueces que uno de los encargados de cuidar a la entonces vicepresidente le pidió que borrara todos los videos del ataque que tenía en su celular. Esos videos en los minutos posteriores se convertirían en pruebas clave de los que sucedió.
“La custodia de Cristina, el señor canoso, de saco negro, que ese día tengo entendido estaba a cargo, me hizo entrar al palier del edificio de Cristina. Me preguntó si yo había filmado, le dije que sí y me pidió que le muestre los últimos chats para ver si se lo había enviado a alguien. Después me pidió que borre el video”, sostuvo ante el tribunal.
El testigo integra el extenso listado solicitado por la fiscal general, Gabriela Baigún. Cuando se sentó en el estrado, la presidenta del TOF 6, Sabrina Namer le explicó que como testigo está obligado a decir la verdad, sino incurriría en falso testimonio, un delito que tiene una pena de hasta diez años de prisión.
"Estuve en la casa porque quería demostrar mi apoyo, mi respaldo en medio de la causa de la corrupción de la obra pública, estaban en proceso de alegatos y había manifestaciones alrededor de la casa", fue lo primero que contó.
Ese 1 de septiembre de 2022. cuando la ex vicepresidenta llegó a su casa, el testigo contó que quedó lejos "y por eso me pongo filmar, para tener un recuerdo de ella", contó Cristóbal Elgueta.
En esos minutos Sabag Montiel intentó asesinar a Cristina Kirchner y comenzó el revuelo. "Nos dimos cuenta de que algo pasaba, en el forcejeo veo que los militantes se dan vuelta y lo agarran a Montiel y lo tratan de cachar, veo en ese momento veo algo que brilla cae al suelo, alguien lo patea, se desplaza hacia mi izquierda y lo afirma con el pie".
En esos instantes, Elgueta le preguntó a un militante si tenía bien pisado lo que en un primer instante creyó que era una cuchillo: "me responde que sí, me dice, sí compañero acá lo tengo" y decidieron ubicar a los responsables de la seguridad de la ex vice.
Cuando se reencontró con sus amigas, mencionaron que ellas tuvieron "más suerte porque lograron tocar a Cristina y ahí les digo que parece que había ocurrido algo, ellas me dicen 'parece que le tiraron algo'".
Continuando con su relato, Cristóbal Elgueta dijo que con su amigo Ivo recordaron que ellos habían grabado desde el momento que arribó Cristina Kirchner al lugar. "Empezamos a ver los videos. El de Ivo no se veía bien y después vimos mi video donde se ve el arma en la cara de Cristina que dio vuelta por todos lados. Entonces entendí que teníamos algo importante y le hice una copia a Sofía, porque tengo un Iphone".
Con el impacto de las imágenes que habían registrado, se acercaron a ellos quienes a su entender eran parte de la custodia de Cristina Kirchner y allí, por primera vez, el testigo contó que uno de los custodios le pidió que borre su video.
La fiscalía continuó con sus preguntas, pero en un momento la presidenta del Tribunal, Sabrina Namer, pidió que el testigo explique bien esa situación. “Mi amiga Sofía tenía una copia del video, a ella es a quien primero le pidieron que borre el video. Se lo pidió la policía de la custodia. Después, le preguntaron si lo tenía alguien más (al video) y les dijo que yo”, explicó Elgueta.
Relató que en ese momento su amiga, con un rostro preocupado, salió del edificio “como si estuviera buscándome desesperada. Le hago señas y me piden que ingrese, en ese momento es que me piden que muestre mi celular y el señor canoso de la custodia, me pide que borre el video”. Pero el joven explicó que en su teléfono no se borran y que quedó en una suerte de papelera. "El custodio me pide que le muestre mis chats, para ver si se lo había enviado a alguien", agregó.
La llamativa situación no concluyó allí. El testigo explicó que cuando vieron en la televisión la difusión de las imágenes del suceso, “el custodio nos dijo que ya está, que estaban por todos lados los videos y que éramos libres de hacer lo que que quisiéramos con las imágenes". De hecho, el video que grabó Elgueta es una de las pruebas centrales del expediente.
Cuando la jueza Namer le preguntó por qué le habían pedido que borre el video, el joven respondió que “no me dijeron nada, pero yo tengo dos teorías”. La presidenta del TOF 6 accedió a escuchar su explicación. “La primera es que como se trató de un hecho complejo que ocurrió bajo la responsabilidad de la custodia de Cristina, posiblemente ellos querían salvarse”.
Después, esbozó su segunda teoría: “charlando con amigos, pensamos que quizás tenía que ver con el manejo de la información en cuanto al ámbito en el que Cristina se maneja”.
Uno de los abogados pidió que ante la proyección de un video, el testigo identifique "al señor canoso" de la custodia. En ese momento Cristóbal Elgueta señaló a quien sería Guillermo Gallo, quien esa noche estuvo a cargo del dispositivo de seguridad porque Diego Carbone, el jefe de la custodia no estaba en las inmediaciones de la casa de la exvice.
Sin delito penal para la custodia
Una de las líneas de investigación que continuaban abiertas buscaba determinar si la custodia de Cristina, a cargo de la Policía Federal, había cometido algún delito penal.
La presunción inicial era el posible incumplimiento de los deberes de funcionario público, pese a que siempre se supo que sería muy complejo determinar el dolo: había que corroborar que intencionalmente desprotegieron a la vicepresidenta para que sea atacada.
Después de analizar más de 500 comunicaciones de todo el personal en servicio aquel 1 de septiembre, la fiscalía llegó a la conclusión de que no hubo ningún delito cometido por la custodia ni tampoco por los efectivos de la policía de la Ciudad.
El comisario Carbone, jefe de los custodios, admitió en la justicia que el personal policial ni se había dado cuenta de lo que había ocurrido.
Los otros testigos
Antes de Elgueta, había declarado Guillermo García, una de las personas que redujo al atacante de Kirchner y que también es militante afín a los K.
"Puse el pie arriba del arma y llamé a la custodia para que se acerquen", dijo García. Recordó a uno de los responsables del resguardo de la ex vicepresidenta, que inmediatamente se acercó, "alejó a los demás y quedó a resguardo", dijo.
El abogado de Cristina, Marcos Aldazábal, le consultó sobre el manejo del celular de Sabag Montiel en el juzgado: "fui citado, hice una declaración vía zoom y después fui personalmente por lo del teléfono", contó García.
Hay que recordar que hubo mucha discusión sobre el proceder de la jueza federal María Eugenia Capuchetti, respecto al resguardo de la cadena de custodia de ese celular. La querella denunció la violación de la misma, ya que el teléfono del joven que atacó a la exvice quedó inutilizado las primeras horas.
El testigo indicó que estuvo en el juzgado cuando se abrió el sobre donde se había guardado el celular del joven, para atestiguar la apertura del mismo. Dijo que fueron pocos minutos los que transcurrieron desde el momento en el que la policía le quitó el dispositivo electrónico a Sabag Montiel hasta que lo trasladaron a Comodoro Py.
"Escuché un clac-clac"
El siguiente testigo que subió al estrado fue Javier Chañis: “fui en calidad de espectador, quería verla a Cristina, expresarle mi apoyo. Yo no formaba parte de ninguna organización, activamente no integro ninguna pero a veces participo en algunas cosas con Patria Grande, pero por mi cuenta."
La fiscal Baigún le preguntó si sabía de grupos políticos que odiaban a Cristina Kirchner, y el testigo dijo: “Según leí, había un grupo Revolución Federal”. Cuando le repreguntó si le constaban esos hechos, Chañis sólo dijo que vio sus acciones en la vía pública y “por televisión. Desconozco si merodeaban la casa (de Cristina Kirchner)”.
A la hora de reconstruir lo que ocurrió el 1 de septiembre de 2022, dijo que estaba cerca de la puerta del departamento de Uruguay y Juncal pero se alejó del lugar y se aproximó al vehículo en el que arribaba la exmandataria. “Yo estaba al lado de ella, de hecho me acarició”, contó y en ese instante relató los minutos siguientes: “Ahí escucho a mi costado derecho un cla-cla del arma. Fue todo muy confuso pensé que le habían tirado con algo, por esos miré al piso porque creí que se había caído el libro”.
Pero detectó que algo no estaba bien y relató que en ese instante sigue el recorrido del joven que había salido rápidamente del lugar. “Ahí me doy vuelta y le agarro la campera al muchacho, lo tiramos al piso y lo comenzamos a palpar, cuando levantamos la campera se cae el arma y uno que estaba atrás mío, la pisa. Y otro grupo de militantes lo agarra y lo lleva. Vi que estaban de traje y busqué a alguien de seguridad de Cristina y empecé a gritar que había un arma”.
Respecto al arma de fuego Bersa calibre 32 cargada con cinco balas, sostuvo que lo que vio “fue una silueta, no estaba tan claro que era un arma. Yo creí que le había tirado algo, que se había caído el libro, por eso miré al piso”.
La presidenta del Tribunal, Sabrina Namer, le pidió que precise si logró identificar que había un arma de fuego en el lugar. “No, yo vi una silueta, todo era muy confuso”, reiteró el testigo, según detalla Clarín.
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