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Asustando no se gana respeto

Un gendarme amenazó a un grupo de maestros que protestaba reclamando mejoras salariales, en la Ruta 41 en  la localidad de San Vicente, provincia de Misiones. Uno de los efectivos de la fuerza no tuvo mejor idea para tratar de despejar el corte que decirle al líder del grupo: “No quiero sacar la escopeta y tirarle a un docente”.


El conflicto salarial de los docentes de Misiones llevó a que el gremio realice protestas callejeras, y en ese momento, se produjo el insólito cruce de palabras entre un integrante de Gendarmería y miembros de la Unión Docentes Nueva Argentina de esa provincia que se manifestaba  en la Ruta Nacional 14. 

Hubo también manifestaciones en  San Vicente, Garupá, Jardín América, Oberá y Aristóbulo del Valle, el gobierno provincial reconoce la legitimidad del reclamo, pero el corte de la Ruta desató la furia de los gendarmes que responden a la política de seguridad de mano dura de la ministra Patricia Bullrich,  y la decisión de  tolerancia cero género la advertencia del gendarme a los manifestantes, que quedó registrado en un video, en el cual el uniformado le pedía a los maestros manifestarse al costado de la ruta.  “Después vuelven y cada 10-15 minutos me dejan circular a la gente”, informó el gendarme. Y lanzó una primera advertencia: “Si eso no pasa, si ustedes no están de acuerdo, y a mí me dan la orden de desalojo en la cual llega la Policía y los vamos a tener que desalojar recurriendo a la fuerza que es lo que yo y lo que la gente no quiere“.

Uno de los manifestantes le respondió: “No va a haber un accidente, quédese tranquilo”. “Allá adelante tiene una curva, los vehículos suben”, dijo el uniformado y, nuevamente, el referente de la protesta intentó tranquilizar al gendarme: “Tranquilo, que usted está nervioso, nosotros hemos...” y fue interrumpido con una desafortunada respuesta: “Lo que yo no quiero es sacar la escopeta y tirarle a un docente, es algo que yo no quiero”, amenazó el gendarme.

¿Pero cómo va a hacer eso?”,  respondió el manifestante. “Usted no puede hacer eso”, se sumó una mujer,  mientras crecía el repudio   general. “Usted me está amenazando”, agregó el docente a lo que el gendarme no se inmutó ante el murmullo y la advertencia de que estaba siendo grabado. “Yo lo que quiero -repitió con titubeos el gendarme ante los gritos de “nos está amenazando y que Gendarmería no podía hacer eso”. Y pudo completar la frase: “Llegar a un acuerdo con ustedes, están en su derecho de hacer esto, yo los entiendo” a lo que le replicaron que “eso no es un acuerdo” mientras uno de los manifestantes les dijo que por el camino estaban pasando las ambulancias y servicios esenciales. Los manifestantes le decían al provocador uniformado: “No podés hablar así, llamá a la jefa que venga, decile al juez que venga, llamálo a Rovira (ex gobernador de la provincia), al gobernador”. “Así no procede la Gendarmería”, respondió el gendarme. 

“Está grabando el video y te estás complicando solo, hermano. Tené cuidado, no nos podés provocar así”, y así fue el cierre del documento incriminatorio, todo a la luz del día y frente a testigos.

La política de tolerancia 0 para los cortes de calles, impuesta por la controvertida y contradictoria Patricia Bullrich, lleva a que sus subordinados caigan en estos excesos y amenazas. Solo me surge una pregunta ¿Cuánto faltará para que un uniformado dispare contra una persona que no acate una orden?

De algo sí estoy seguro, es que con el miedo no se gana respeto…


 

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