Asumió el arzobispo Ignacio García Cuerva con un fuerte llamado a superar la grieta
Se trata del sucesor del cardenal Mario Poli. Pidió “no seguir alimentando la fragmentación” y “trabajar para que haya un lugar para todos”. Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta estuvieron presentes.
Con un enérgico llamado a evitar el fortalecimiento de la división, que él prefiere denominar como "herida", debido a que causa dolor y sufrimiento en el corazón del pueblo, y a "trabajar en conjunto", inició su ministerio pastoral el recién nombrado arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva. En una tarde gélida, la ceremonia tuvo lugar al aire libre, en las escalinatas de la Catedral. Estuvieron presentes el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto a otras autoridades.
El mensaje del arzobispo también abordó una perspectiva social al recordar el trabajo de los comedores comunitarios, que durante la pandemia "acogían a todos con un plato caliente". Al dirigirse a los fieles de la Ciudad de Buenos Aires, con quienes compartirá la arquidiócesis, hizo especial mención de las 16,000 personas fallecidas por el Covid-19 en la Ciudad. En línea con el papa Francisco, enfatizó en repetidas ocasiones la importancia de que "nadie quede excluido".
"No podemos permitirnos seguir fomentando la fragmentación en lugar de la esperanza", expresó en otro fragmento de su sermón. Frente a la crisis, instó a "asumir la responsabilidad y no desviar la mirada" ante "una realidad económica y social que causa dolor y entumece el espíritu".
Después del repique de campanas en todas las iglesias de la Ciudad, la ceremonia prosiguió en el interior del templo, donde García Cuerva prestó juramento como el decimotercer arzobispo de Buenos Aires, ante el nuncio apostólico, Miroslaw Adamczyk, representante del papa Francisco. El recién nombrado arzobispo ingresó a la Catedral acompañado por su predecesor, el cardenal Mario Aurelio Poli, y los obispos auxiliares. Uno de ellos, Enrique Eguía Seguí, simbólicamente le entregó las llaves de la Catedral, mientras que Joaquín Sucunza le entregó personalmente un crucifijo.
Obispos de diversas diócesis del país y cientos de sacerdotes participaron en la procesión hacia el altar, ubicado en el atrio de la Catedral, frente a la Plaza de Mayo. Entre ellos se encontraban el arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, y el padre Luis Pascual Dri, recientemente designados como cardenales por el papa Francisco, así como también el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea. Durante la misa, García Cuerva reveló que el papa Francisco lo llamó esta mañana. Mencionó que en momentos difíciles, siempre le aconsejó "mantener la calma y el buen humor".
El presidente Fernández estuvo acompañado en la misa frente a la Catedral por el canciller Santiago Cafiero, las ministras Kelly Olmos (Trabajo) y Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), y el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri.
Además de Rodríguez Larreta, también estuvieron presentes el precandidato a jefe de gobierno porteño, Jorge Macri; Federico Pinedo y el secretario de Culto de la Ciudad, Federico Pugliese, entre otros.
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