Aspiró una linea de cocaína sobre la tumba de Pablo Escobar y ahora vive una pesadilla
El galés Stephen Semmens intentó dar una "muestra de respeto" al brutal narcotraficante fallecido en 1993
Stephen Semmens, un turista británico de 35 años, se sumó a la ola de fanatismo por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar y se filmó aspirando cocaína en la tumba del brutal criminal en Itagüi, Colombia, tras lo cual fue expulsado del país, donde vivía con su familia, y ahora recibe amenazas de muerte.
En las imágenes Semmens, oriundo de Swansea, en Gales, es visto sonriente mientras despliega y luego aspira cocaína sobre la tumba donde reposa Escobar y dónde sus restos fueron trasladados este año.
Fue una "muestra de respeto", según sus propias palabras citadas por el Daily Mail, que le costó la expulsión de Colombia, donde el hombre vive junto a su novios y sus dos hijos, por cinco años.
Ocurrió en abril y ahora, ocho meses después, Semmens se muestra arrepentido y quiere "disculparse con el pueblo de Colombia".
"La gente me envía amenazas de muerte en Facebook. Dicen que si me encuentran me van a desollar. No puedo ver a mis hijos y eso duele", dijo.
"Fue divertido en el momento pero ahora estoy avergonzado. Todos dijeron que fui una desgracia y que hice quedar mal al país", agregó.
Además, Semmens asegura que quien filmó el video fue un ex sicario de Escobar al que conoció en un bar. Cuando se viralizó tuvo que permanecer escondido durante semanas hasta que la policía lo halló y lo expulsó del país.
Escobar lideró el Cartel de Medellín durante la década de 1980 y principios de 1990, cuando llegó a controlar cerca del 80% de las exportaciones de cocaína a los Estados Unidos, convirtiéndose en un criminal extremadamente rico y popular, pero al mismo tiempo temido por su brutalidad.
Murió en 1993 en un enfrentamiento con la policía y a los 44 años, y en los últimos años su figura ha vuelto a resurgir como ícono de la cultura popular, especialmente con al reciente serie de Netflix "Narcos", lo que ha generado una ola de fanatismo y turismo temático que los colombianos intentan frenar.