Algunos porteños eran escépticos. Tras el freno a varios proyectos de obra pública, uno de los caballitos de batalla de la gestión actual, había usuarios que no creían que el plan de un tren surcando Belgrano de punta a punta a más de diez metros de altura se hiciera realidad. De ahí que este viernes la expectativa por el primer viaje de prueba con pasajeros -funcionarios, técnicos y periodistas- en el Viaducto Mitre fuera tan alta. El ensayo salió bien y se espera que el miércoles después del mediodía arranquen oficialmente los viajes.
La partida fue a las 17.50 desde la estación Belgrano C del ramal Tigre de la línea Mitre, parada que será inaugurada también el miércoles y tiene acceso por Virrey Vértiz entre Juramento y Echeverría. La gente que este viernes esperaba el colectivo en largas filas sobre la plaza Barrancas de Belgrano miraba hacia arriba con sorpresa.
Dentro del tren, el clima era de festejo: estaban el ministro de Transporte de la Nación Guillermo Dietrich, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el vicejefe Diego Santilli, el jefe de Gabinete Felipe Miguel y el secretario de Transporte Juanjo Mendez. También, Guillermo Fiad y Marcelo Orfila, de Trenes Argentinos. Y muchos medios.
Con todo, el viaje fue tranquilo, con alguna que otra frenada brusca pero sin el ruidoso "quetren quetren". Eso se debe a las soldaduras entre las vías, que además permitirán en un futuro aumentar la velocidad, cuando finalmente se terminen los arreglos de la parrilla de vías de Retiro, los mismos que hoy hacen tan lenta la llegada hasta esa estación cabecera.
Al mando iba Jonathan De La Parra (24), que forma parte de la primera camada de conductores que rindió examen sobre estos nuevos trenes. "Es lindo, es algo nuevo", contó entusiasmado este motorman con tradición familiar de ferroviarios. Poco antes, se había podido ver en primera fila cómo está quedando Lisandro de la Torre, la otra estación elevada, menos compleja que su par de Belgrano. Como recién se está construyendo su piso, habrá que esperar a septiembre para verla inaugurada. Hasta ese mes, el ramal hará recorrido completo pero no se detendrá en esa parada.
Ya habían pasado siete minutos de viaje, durante los que se circuló entre Belgrano C y el Hipódromo de Palermo, casi hasta la avenida Dorrego, punto en el que termina el viaducto. Ahora era el turno del conductor que estaba en la otra punta de la formación, para hacer el recorrido de regreso al punto de inicio. Fueron otros cinco minutos y un cierre a puro aplauso. La velocidad llegó por momentos a los 60 kilómetros por hora, cuando a esa altura solía ser de 40.
Esta mayor velocidad, prometen oficialmente, llevará a ahorrar hasta 20 minutos de viaje. Cálculos aparte, lo que sí ya se observa es la eliminación de barreras de la traza, que serán ocho en total: se sacaron las de Blanco Encalada, Monroe, Mendoza, Olazábal y Juramento, y entre la semana próxima y la siguiente será el turno de las de La Pampa y Sucre. Más adelante, será removida la de Olleros. También se abrió al tránsito la calle Roosevelt, y ocurrirá lo mismo con otras tres: Echeverría, Virrey del Pino y José Hernández. A su vez, las líneas de colectivos con sus cabeceras en Barrancas tendrán su terminal a 200 metros de Belgrano C, próximas a la calle Sucre.
La primera etapa del viaducto se hizo sin electricidad, con un tren movido por dos locomotoras para simular el peso de una formación llena. Ahí se chequeó que el sistema de señales y cambios de vías funcionara bien, y se certificó que la altura del tercer riel, que está electrificado desde el 20 de abril, fuera la adecuada en todo el trayecto.
Con estas pruebas superadas, este viernes comenzó a corroborarse el sistema eléctrico del viaducto con energía. Y el broche de oro fue el esperado primer viaje, tras las llamadas "marchas blancas", es decir, la circulación de formaciones completas pero sin pasajeros que empezaron el jueves. Los testeos seguirán por varios días más, desde la mañana hasta la noche, para simular la misma demanda de energía que tendría un servicio de pasajeros convencional.
El Viaducto Mitre se extiende a lo largo de
3,9 kilómetros entre las avenidas Dorrego y Congreso. Los trabajos son impulsados por el Ministerio de Transporte de la Nación junto con el Gobierno de la Ciudad, y ejecutados por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño a través de Autopistas Urbanas S.A. Una obra que, ante el freno de otras también vinculadas al transporte, se sintió como una victoria en sí misma.