Aseguran que Susana Giménez hizo dos funciones de teatro sin saber que había un técnico ahorcado arriba del escenario
Lo contó Horacio Cortés, histórico empleado del teatro Maipo, donde la diva triunfó con "La mujer del año" en los 80.
Nadie puede cuestionar que Susana Giménez es una de las grandes divas de la Argentina. Y eso se debe no solo a su popularidad, sino al éxito que tuvo en todos los formatos: trabajó en innumerables publicidades, dejó una marca en el cine, se consagró como una de las mejores conductoras de la televisión y triunfó en el teatro.
Tal vez esta última faceta sea la más desconocida. Suele suceder eso, ya que no hay tanto material de archivo de teatro en comparación al cine y la televisión. Lo cierto es que la Su ha llenado salas desde su debut sobre los escenarios con Las mariposas son libres, en 1971.
Su consagración llegó en 1983, cuando protagonizó La mujer del año, primero con Jorge Mayorano y luego con Arturo Puig. Estuvo cuatro años en cartelera y le abrió las puertas a Susana a una próspera carrera en musicales. Pero hay una historia negra sobre la obra que la diva desconoce...
Horacio Cortés, conocido por muchos como "el Negro del Maipo", trabaja hace muchos años en el teatro donde Susana hizo La mujer del año. Se desempeña como jefe de sala y, entre otras tareas, se encarga de cortar los tickets de los espectadores y de garantizar la limpieza y el orden del lugar.
Por su trabajo, conoce a muchos famosos y sabe todos los secretos del lugar. Invitado al ciclo radial Su atención por favor, contó que un día la diva hizo dos funciones con un técnico ahorcado arriba del escenario, ¡y en ningún momento se dio cuenta!
"Cáceres fue un maquinista que se ahorcó en el Maipo porque tenía cáncer. Ese día había dos funciones de La mujer del año, protagonizada por Susana Giménez. Ella nunca se enteró...", aseguró Cortés en el programa conducido por Nico Artusi y Sol Rosales por radio Metro.
"Hicieron las dos funciones con Cáceres arriba. No estoy inventando esta historia. Quizás después alguien se lo contó a ella", detalló.
Al ser consultado sobre los motivos por los cuales no pasaron las funciones para otro día, considerando la relevancia del hecho, el hombre contó: "No se podían suspender porque en esa época las salas siempre estaban llenas, entonces había poco margen de cambio".