Aseguran que el 30% de los curados de COVID-19 tendrá problemas pulmonares crónicos
Los especialistas advirtieron sobre los daños permanentes que puede causar el virus.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-29, los especialistas están investigando cómo combatir el virus y a que se está enfrentando el mundo. Según los últimos estudios realizados, los datos no son muy alentadores: el 30% de los pacientes recuperados podrían tener problemas pulmonares crónicos.
Esa sentencia de que los pacientes más graves afectados por la infección, es decir el 30% de los recuperados, tendrán problemas respiratorios permanentes como fibrosis pulmonar fue la conclusión de un reciente coloquio realizado por la Sociedad italiana de Neumología en colaboración con StemNet, la Federación de las asociaciones de investigación sobre las células estaminales, y el grupo Italiano GISM.
Allí se determinó que la infección por coronavirus podría tener consecuencias a largo plazo para el funcionamiento respiratorio y, en algunos casos, comprometerlo de modo irreversible, fundamentalmente en los pacientes que estuvieron graves, en terapia intensiva. De aquellos más comprometidos se desprende que al menos el 30% de los recuperados tendrá problemas respiratorios permanentes de fibrosis pulmonar.
Precisamente esos disturbios, advirtieron los expertos, constituirán la "nueva patología respiratoria del mañana y una nueva emergencia sanitaria", para la cual será necesario equiparse durante un tiempo.
Luca Richeldi, miembro del Comité Técnico y Científico, presidente de la Sociedad Italiana de Neumología (SIP) y director del Departamento de Neumología en el Policlínico Gemelli de Roma explicó que las primeras observaciones "reflejan de cerca los resultados de estudios de seguimiento realizados en China después de las neumonías del SARS del 2003, muy similares a las de la Covid-19, confirmando la sospecha de que la Covid-19 pueda comportar daños pulmonares que no desaparecen de la resolución de las neumonías".
"En muchos pacientes con Covid-19 que han sido hospitalizados o entubados observamos dificultades respiratorias después del alta que podrían continuar por muchos meses después de la terminación de infección", aseveró en una nota publicada por la periodista Manuela Correra en la agencia italiana ansa.
En el análisis fueron clave los datos recopilados en el pasado sobre pacientes con SARS, que muestran que los sobrevivientes, con seis meses de distancia, "tenían anormalidades pulmonares claramente visibles en radiografías torácicas y alteraciones restrictivas de la funcionalidad".
Pero, sobre todo -precisó Richeldi- el 30% de los pacientes recuperados mostraba "señales difusas de fibrosis pulmonar, es decir, grandes cicatrices en el pulmón con una alteración respiratoria irreversible: en la práctica, podían surgir problemas respiratorios después de un simple paseo".
Además, estos problemas se verificaron también en pacientes jóvenes, con una incidencia variable del 30 al 75% de los casos evaluados", sostuvo, por su parte, Angelo Corsico, director de Neumología de la Fundación IRCCS Policlinico San Matteo y miembro del sector de neumología de la Universidad de Pavía.
Los expertos temen que la fibrosis pulmonar pueda representar el peligro del mañana y, por lo tanto, advirtieron sobre la necesidad de un seguimiento específico de pacientes que han sido hospitalizados, especialmente los ancianos más graves y frágiles, que pueden necesitar tratamiento farmacológico y tratamientos de rehabilitación dedicados.
Es decir, según advirtió Richeldi, el mundo tendrá después de la pandemia "una nueva categoría de pacientes con cicatrices fibróticas a nivel pulmonar por Covid, con insuficiencia respiratoria, que ciertamente representará un nuevo problema de salud ".
A raíz de eso, los especialistas señalaron la necesidad de proporcionar clínicas de rehabilitación respiratoria, como la que existe en Pavía desde abril. Allí está activo el primer ambulatorio "postcovid" dedicado a los pacientes dados de alta, donde se realizan exámenes radiográficos del tórax, pruebas de función respiratoria, prueba de caminata de 6 minutos, ecografía torácica y cardíaca y, si es necesario, una tomografía computarizada torácica para un monitoreo constante.
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