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Asaltó una panadería, pero al escapar se olvidó el botín

La víctima del asalto contó que el delincuente le exigía todo el tiempo que le entregara más dinero, y recordó que mientras la amenazaba con un arma de fuego le decía: "Dame más, que estoy pasando por un situación jodida".

Un delincuente armado entró a robar a una panadería ubicado en pleno centro de esta ciudad, encañonó a la empleada y le exigió todo el dinero de la recaudación, pero al momento de escapar se olvidó el botín arriba de una balanza.

El curioso episodio se produjo ayer por la tarde dentro de una panadería ubicada en la calle 47 entre 10 y 11, en esta ciudad, donde, según contó la empleada, ya se habían registrado otros robos durante el año pasado.

La víctima del asalto contó que el delincuente le exigía todo el tiempo que le entregara más dinero, y recordó que mientras la amenazaba con un arma de fuego le decía: "Dame más, que estoy pasando por un situación jodida".

"Ya nos robaron varias veces. A mí el año pasado me pusieron un revólver en la cabeza", se quejó la empleada, llamada Clarisa Nievas, quien ayer estaba en el local cuando se produjo el asalto, de acuerdo con lo señalado por el diario El Día de esta ciudad.

Todo sucedió alrededor de las 14:15, en momentos en que había una intensa circulación de transeúntes en ese sector de la Ciudad, aunque Nievas estaba sola dentro del negocio.

En ese momento, un hombre, de unos 35 años y "muy bien vestido", entró a la panadería y se paró delante del mostrador.

"Parecía un cliente más, pero cuando lo fui a atender se levantó la remera y sacó un revólver", contó Nievas en diálogo con El Día.

La empleada contó que comenzó a entregarle el dinero que en ese momento había en la caja registradora, y enseguida le dijo que no tenía más plata.

Mientras el delincuente comenzó a amenazarla nuevamente con el arma de fuego y le exigía más dinero, Nievas se fue hacia atrás, asustada, y golpeó su cabeza contra un ventanal que se ubica a sus espaldas.

La empleada de la panadería recordó en varias oportunidades que cada vez que el atacante pedía más plata le decía: "estoy pasando un momento difícil", justificando así su necesidad de salir a robar.

"Un hombre que estaba en frente quedó shockeado a pesar de darse cuenta que era un asalto y no pudo hacer nada", contó la víctima.

Luego, el ladrón decidió darse a la fuga aunque olvidando arriba de la balanza el dinero de la caja.

Nievas se mostró indignada porque cuando salió a la calle se encontró con un hombre que hace guardias en una dependencia de la justicia federal de La Plata, ubicada a metros del local.

"El policía me dijo que no podía hacer nada porque directamente no podía intervenir. Entonces llamé al 911 pero tardaron como 20 minutos", agregó la empleada.