Asalto a una profesora
Ocurrió cuando un delincuente solitario la interceptó en la calle, en momentos en que iba a la escuela a dar clases, la golpeó ferozmente hasta desfigurarle la cara y le robó su bolso.
"Si tenía un arma, me mataba. No le importaba nada", dijo la profesora, identificada como Natalia Navarrete, de 29 años, al referirse al delincuente que la atacó y que escapó llevándose sus pertenencias.
El episodio, según contó la propia víctima, se produjo hace una semana, a las 7:05 de la mañana, cuando la docente caminaba por la calle rumbo a la Escuela número 4 de Berisso, donde trabaja.
Al dar cuenta de la brutalidad de la golpiza, la docente, en declaraciones al diario El Día de esta ciudad, contó que el delincuente la derribó de una trompada y cuando estaba en el piso le seguía pegando.
"Me seguía pegando, se ensañó con mi cara", relató la docente, quien a pesar de la agresión dijo que está segura de que si vuelve a ver al sujeto podría reconocerlo.
El delincuente, de acuerdo con lo señalado, la sorprendió en las calles 27 y 35, cuando la profesora caminaba hacia una garita para tomar el colectivo que habitualmente la lleva hasta la escuela donde da clases.
"Ví que un hombre se me puso enfrente, me venía siguiendo desde hacía media cuadra. Lo que recuerdo es que traté de cruzar, y se ve que me pegó una trompada en la cabeza. La segunda imagen es cuando estoy tirada en el suelo y me seguía pegando. Yo le dije que le daba todo, pero él no me decía ninguna palabra, ni siquiera que era un robo", contó la profesora.
Luego de desfigurarle la cara a golpes, el sospechoso, que no tendría más de 20 años, según lo señalado por la víctima, le robó un bolso y salió corriendo, dejándola malherida.
"Pedí ayuda a gritos, pero nadie se acercó, nadie abrió una ventana", se lamentó la maestra.
Por ello, a pesar de los golpes y de tener todo el rostro ensangrentado, la mujer debió levantarse y correr hasta su casa para pedir ayuda.
Luego fue llevada a un hospital, donde recibió las primeras curaciones. "Tengo la sensación de que el tipo anda por la zona, tengo miedo de que le pase a otra persona lo mismo", alertó la docente.