Sociedad
Arte visual y arquitectónico en una cúpula consagrada a la cultura
La artista visual Giorgia Alliata montó en el piso 12 del imponente Edificio Bencich de Avenida Córdoba y Esmeralda, un espacio muy porteño. Junto a la fotógrafa Adriana Cichero, invita a grupos de no más de veinte personas a disfrutar de un poco de arte dentro de ese otro arte desplegado por los hermanos Bencich allá por 1927 cuando decidieron legarle a Buenos Aires una colección muy completa de la mas exquisita arquitectura.
Si pudiera realizársele un estudio genético a las paredes de este edificio, probablemente descubriríamos rastros de su linaje cultural ya que en uno de los departamentos vivió -ni más, ni menos- que la poetisa Alfonsina Storni.
"Tenía el sueño de subir a este edificio desde que lo vi. Tuve la suerte de cumplirlo gracias a Giorgia que abre sus puertas para compartirlo con distintas propuestas e hicimos en colaboración estos encuentros", expresa Cichero en su cuenta de Instagram 'La reina de las Cúpulas', recientemente declarada de Interés Cultural por la Legislatura porteña .
Por su parte, Alliata -que además es abogada- cuenta cómo fue la experiencia de poner en marcha su propio sueño y experimentar interacciones entre el arte y el derecho: "Encontré este espacio que estaba cerrado hacía 20 años y quería habitarlo pero invitando a la gente a que venga a interpretar la obra. Estuve 10 meses interviniéndolo".
Respecto de los colores utilizados, explica que "el azul representa lo intangible, el desacuerdo, la profundidad de lo fluido y de cómo muta la proclamación de justicia a nivel personal", mientras que el dorado representa "la riqueza que cada uno cree que le pertenece".
Un laberinto para perderse en el arte
Luego, entre el espacio circular y otra sala contigua mas tradicional, Constanza Schwartz fue la responsable de instalar un laberinto; un pasillo con paredes de vidrios oscuros donde uno puede perderse y dejarse atrapar por la propuesta.
La idea es que el participante recorra en un tiempo mítico la deconstrucción de la realidad cotidiana.
Según se argumenta en esta propuesta, "la desorientación potencial que genera el laberinto se extiende a los espacios urbanos en que vivimos".
Una actividad altamente recomendable, incluso para los que quieran desafiar el vértigo y la claustrofobia. El próximo encuentro tendrá lugar el sábado 3 de diciembre de 16.00 a 18.00. Requiere inscripción previa.
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