Arévalo, el rey de las pulseadas, recordó a Gerardo Sofovich
Entrevistado por Chiche Gelblung contó cómo fue conoció a Gerardo Sofovich y por qué terminó trabajando en sus programas de TV.
Arévalo, el hombre de las pulseadas de los programas de Gerardo Sofovich, estuvo en el programa "Despierta Argentina" para revivir junto a Chiche Gelblung cómo fue que conoció al productor.
"El iba a Titanes en el Ring para buscar dobles de riesgo para sus películas. Empezó a apreciarme y cada vez que necesitaba gente me llamaba. Mientras rodábamos una película me preguntó si en el gimnasio tenía pulseadores. Le dije que sí y le llevé 4 muchachos. Yo no iba a pulsear, iba a ser juez. Sacó la idea de una película de Stallone", recordó.
Arévalo contó que aprendió a pulsear en el programa de Sofovich. "Cada quien venía con su librito. No perdí ninguna pulseada. Nadie me pudo ganar", contó.
Pero después de tantas pulseadas, su brazo le empezó a cobrar factura: "Cuando me empezó a doler el brazo Sofovich me dijo 'prefiero que te ganen por otra cosa y no porque te duela el brazo`".
"El truco para pulsear bien es cerrar el ángulo y poner los 120 kilos en el brazo", explicó.
"A mí ya me molestaba el codo y un chico de 73 kilos me pidió una oportunidad. Era verlo y que te diera lástima. Lo cierto es que cuando me toca pulsear con él me pegó tal tirón que casi me rompo las costillas contra la mesa", remarcó.
"El iba a Titanes en el Ring para buscar dobles de riesgo para sus películas. Empezó a apreciarme y cada vez que necesitaba gente me llamaba. Mientras rodábamos una película me preguntó si en el gimnasio tenía pulseadores. Le dije que sí y le llevé 4 muchachos. Yo no iba a pulsear, iba a ser juez. Sacó la idea de una película de Stallone", recordó.
Arévalo contó que aprendió a pulsear en el programa de Sofovich. "Cada quien venía con su librito. No perdí ninguna pulseada. Nadie me pudo ganar", contó.
Pero después de tantas pulseadas, su brazo le empezó a cobrar factura: "Cuando me empezó a doler el brazo Sofovich me dijo 'prefiero que te ganen por otra cosa y no porque te duela el brazo`".
"El truco para pulsear bien es cerrar el ángulo y poner los 120 kilos en el brazo", explicó.
"A mí ya me molestaba el codo y un chico de 73 kilos me pidió una oportunidad. Era verlo y que te diera lástima. Lo cierto es que cuando me toca pulsear con él me pegó tal tirón que casi me rompo las costillas contra la mesa", remarcó.