ARA San Juan: las fotos del indicio que podría ser el submarino
El volumen detectado tiene una longitud de 60 metros y se encuentra a 800 metros de profundidad. Fue catalogado como de "fuerte probabilidad".
Sobre el cierre de la primera etapa del operativo de búsqueda del submarino ARA San Juan llevado a cabo por la empresa Ocean Infinity, surgió una nueva esperanza de dar con la nave perdida hace un año. En una reunión de coordinación realizada a última hora del jueves a bordo del buque noruego Seabed Constructor, la empresa informó sobre un nuevo contacto para verificar. Este viernes, la embarcación enfiló hacia el punto en cuestión, con los familiares que hacen de observadores de la misión a bordo. Los planes de cierre, tal como estaban previstos, se vieron alterados.
Efectivamente, el viernes por la noche se dirigían a la posición del punto de interés 24, que está en el área 15 A 4, un sector de cañadones profundos (una suerte de ríos submarinos) que se barrió incluso antes de partir hacia el sitio pedido por los familiares de la tripulación. De hecho, el dato surgió durante la etapa inicial de análisis del material recogido en la última barrida del miércoles 14. El indicio tiene una longitud de 60 metros, se encuentra a 800 metros de profundidad y fue catalogado como de categoría C, es decir, de "fuerte probabilidad", como los anteriores desechados por .
Las fotos son sugerentes. Sobre un fondo marrón, se destacan unas figuras blanquecinas repartidas en el cuadrante, como piedras esparcidas. Pero según expertos de la Armada, "existen tantas chances de que sea una parte de la nave (que se habría partido en tres durante la implosión, de acuerdo con lo que dicen los expertos) como que se trate de otra formación rocosa asentada en el lecho marino".
Una vez en el lugar, el contacto será verificado con uno de los minisubmarinos que tiene el . El viernes, las estimaciones eran que arribarían al área -ya rastrillada por el buque chileno Cabo de Hornos y el Yantar ruso el año pasado- recién sobre la medianoche.
Puede parecer una jugada del destino. Pero la naturaleza ayudó a que el caso derivará de esta manera.
El viernes por la mañana fue rescatado el último de los cinco Vehículos Autónomos Submarinos (AUV) que trabajaba en esa zona, en medio de olas de cuatro metros y vientos de 30 nudos (60 km/h). La recuperación se demoró más de la cuenta. Y fue en ese lapso, mientras se analizaban imágenes, que apareció el nuevo indicio.