"Aquí estoy y descubrí que me gusta"
Julio Bocca se dispone a la charla en su oficina y en el tiempo que dispone antes de dar una clase de ballet a la compañía: "Nunca pensé -dice- que daría clases, pero aquí estoy y descubrí que me gusta".
"Me siento muy bien en el rol de director y me hace feliz vivir en Uruguay, donde ya me había instalado hacía tres años. Buscaba la tranquilidad que en Buenos Aires no tenía. Un año después comencé a contactarme con el SODRE, vi que faltaban muchas cosas además de no contar aún con una sala propia. Me ofrecieron la dirección, puse algunas condiciones, no se dieron; pero después de la inauguración del Auditorio volvimos a hablar y aquí estoy.
Hice audiciones para sumar bailarines a la compañía, además de los diecisiete miembros estables que quedaron activos del período anterior. El trabajo se intensificó en horas de clases y ensayos, hicimos una gira nacional y tenemos previsto para julio de este año una gira internacional, la primera en la historia del Ballet del SODRE".
¿Cuáles son tus proyectos luego de este primer período? Muchos, tengo programadas tres temporadas hacia delante: obras de Jiri Kylian, de William Forsythe, de Nacho Duato, coreógrafos carísimos como se sabe, pero que se avinieron a reducir los costos de los derechos porque comprendieron que Uruguay es un país pequeño y que esta parte de la historia del SODRE está, en cierta forma, recién comenzando.
Quisiste abrir la temporada 2011 con "Un tranvía llamado Deseo".
El año pasado hicimos un repertorio clásico y dos obras neoclásicas de Vicente Nebrada. Pero mi idea es hacer todo y no quiero encerrar a la compañía en un molde clásico. Me gusta mucho esta obra de Mauricio y creo que es un desafío, tanto para los bailarines como para el público, la experiencia de algo más netamente teatral.