Aprovechar las inversiones de los "famosos"
En los últimos años, personalidades de renombre o fama nacional y/o internacional han realizado fuertes inversiones vitivinícolas en la provincia o se muestran sumamente interesados en ellas.
Aparecen nombres como los de Gustavo Santaolalla, Marcelo Tinelli, la princesa Máxima, Robert de Niro y, muy recientemente, Lionel Messi. Una nueva tendencia que también debería ser aprovechada desde el plano del turismo provincial a modo de promoción, como se hace en muchas otras partes del mundo.
La reciente y creciente multiplicación de los anuncios que hacen alusión a las intenciones -muchas veces concretadas- de personajes famosos a nivel nacional y/o mundial de invertir en tierras de Mendoza para elaborar sus propios vinos, es un hecho significativo para la provincia porque habla del prestigio alcanzado por la industria local en el plano internacional.
Varios son los factores que contribuyen a que estas inversiones se produzcan y es muy factible que uno de los principales radique en lo económico. Es sabido que una hectárea de terreno en Mendoza tiene un costo menor que el que tiene en otras zonas vitivinícolas de fama, como pueden serlo Napa Valley, en Estados Unidos; varias de Francia o Rioja, en España, entre otras.
Pero no es menos cierto que esos famosos no se acercarían a Mendoza si no estuvieran persuadidos de la excelente calidad que acá se puede obtener. Lo que no hace más que ratificar que se ha producido un cambio positivo, en razón de que hasta no hace muchos años la vitivinicultura argentina era conocida por la cantidad de producción, pero no por la calidad.
La lista de inversiones de "famosos" se va engrosando con el correr del tiempo.
Pueden mencionarse en la misma a Chayanne, que compró 30 hectáreas en el Valle de Uco -en El Cepillo, San Carlos- para elaborar su malbec; Gustavo Santaolalla hizo lo propio meses después; el productor de televisión John Langley; el futbolista Gabriel Heinze, el ex Puma Agustín Pichot (ya elaboró un aceite de oliva con su nombre) y también la princesa Máxima, de Holanda.
A ellos deben sumarse el cantante Ricardo Arjona, que encargó a la enóloga Susana Balbo varios varietales que llevan el nombre de una de sus canciones; Bono, el líder de la banda de rock irlandés U2, que estuvo en Mendoza para comprar viñedos, mientras Joan Manuel Serrat cerró un acuerdo con una bodega mendocina para la distribución de sus vinos Premium Mas Perinet.
También se conoció el interés del actor Robert De Niro en adquirir 40 hectáreas en Vista Flores, Tunuyán. Sus vinos llevarán el nombre de Rodrigo Mendoza, el mismo que utilizó en la película "La misión", de 1986; los colocará en su cadena de restaurantes, que cuenta con locales en Londres, Nueva York, Los Angeles, Hong Kong y Honolulu.
Poco tiempo atrás se supo de un emprendimiento importante en el que participa Marcelo Tinelli, que se suma a otros personajes también conocidos, como Jorge Rial -que elabora su propio vino- y el del ex arquero de la selección paraguaya José Luis Chilavert. Esta semana se anunció que la bodega Valentín Bianchi de San Rafael, junto con la colaboración de la Fundación Leo Messi, lanzará en abril la línea de vinos denominada Leo.
En el caso de nuestra vitivinicultura, la sola mención de nombres como los citados le otorga un aporte extra a la consideración del consumidor y será una forma de competir frente a las fuertes inversiones que, en materia publicitaria, realizan las restantes bebidas, favorecidas por la concentración que existe en ese tipo de productos.
En el caso de la provincia en general, estas inversiones con nombres propios deben aprovecharse para incrementar la oferta turística, una industria que localmente no debe dejar pasar ninguna oportunidad que sume a su fortalecimiento.
La reciente y creciente multiplicación de los anuncios que hacen alusión a las intenciones -muchas veces concretadas- de personajes famosos a nivel nacional y/o mundial de invertir en tierras de Mendoza para elaborar sus propios vinos, es un hecho significativo para la provincia porque habla del prestigio alcanzado por la industria local en el plano internacional.
Varios son los factores que contribuyen a que estas inversiones se produzcan y es muy factible que uno de los principales radique en lo económico. Es sabido que una hectárea de terreno en Mendoza tiene un costo menor que el que tiene en otras zonas vitivinícolas de fama, como pueden serlo Napa Valley, en Estados Unidos; varias de Francia o Rioja, en España, entre otras.
Pero no es menos cierto que esos famosos no se acercarían a Mendoza si no estuvieran persuadidos de la excelente calidad que acá se puede obtener. Lo que no hace más que ratificar que se ha producido un cambio positivo, en razón de que hasta no hace muchos años la vitivinicultura argentina era conocida por la cantidad de producción, pero no por la calidad.
La lista de inversiones de "famosos" se va engrosando con el correr del tiempo.
Pueden mencionarse en la misma a Chayanne, que compró 30 hectáreas en el Valle de Uco -en El Cepillo, San Carlos- para elaborar su malbec; Gustavo Santaolalla hizo lo propio meses después; el productor de televisión John Langley; el futbolista Gabriel Heinze, el ex Puma Agustín Pichot (ya elaboró un aceite de oliva con su nombre) y también la princesa Máxima, de Holanda.
A ellos deben sumarse el cantante Ricardo Arjona, que encargó a la enóloga Susana Balbo varios varietales que llevan el nombre de una de sus canciones; Bono, el líder de la banda de rock irlandés U2, que estuvo en Mendoza para comprar viñedos, mientras Joan Manuel Serrat cerró un acuerdo con una bodega mendocina para la distribución de sus vinos Premium Mas Perinet.
También se conoció el interés del actor Robert De Niro en adquirir 40 hectáreas en Vista Flores, Tunuyán. Sus vinos llevarán el nombre de Rodrigo Mendoza, el mismo que utilizó en la película "La misión", de 1986; los colocará en su cadena de restaurantes, que cuenta con locales en Londres, Nueva York, Los Angeles, Hong Kong y Honolulu.
Poco tiempo atrás se supo de un emprendimiento importante en el que participa Marcelo Tinelli, que se suma a otros personajes también conocidos, como Jorge Rial -que elabora su propio vino- y el del ex arquero de la selección paraguaya José Luis Chilavert. Esta semana se anunció que la bodega Valentín Bianchi de San Rafael, junto con la colaboración de la Fundación Leo Messi, lanzará en abril la línea de vinos denominada Leo.
En el caso de nuestra vitivinicultura, la sola mención de nombres como los citados le otorga un aporte extra a la consideración del consumidor y será una forma de competir frente a las fuertes inversiones que, en materia publicitaria, realizan las restantes bebidas, favorecidas por la concentración que existe en ese tipo de productos.
En el caso de la provincia en general, estas inversiones con nombres propios deben aprovecharse para incrementar la oferta turística, una industria que localmente no debe dejar pasar ninguna oportunidad que sume a su fortalecimiento.