"Aprendí a ser coqueta"
* Por Mariana Merlo. Con una agenda apretada entre tele y teatro, Eleonora Wexler revela sus trucos de belleza. El look ochentoso de su personaje de "un año para recordar" y qué no debe faltar en su guardarropa.
Quitarle el color fucsia de los labios y la sombra a tono, fue el primer obstáculo que su maquilladora tuvo que sortear para correr de escena mínimamente a "Micaela", y devolver a Eleonora a la vida real. El look del personaje que encarna en "Un año para recordar" –la nueva apuesta del prime time de Telefe-, está bastante alejado del suyo y eso le divierte. "Tiene un estilo muy ochentoso, por momentos, es muy gracioso. El otro día, la vestuarista me dijo que tenía un catsuit azul, y yo dije: ‘¡quiero el catsuit azul!’, acepto casi todo", (risas).
Ella es actriz. No le importa si ese color de labios no es el que ella usa habitualmente, ni si esa pollera es el modelo que mejor le sienta. "La idea es que se pueda jugar, si me visto como Eleonora para todos mis papeles resulta muy aburrido. No me divierto nada. Para mí los personajes son eso, y por ahí no es lo que mejor te queda, ni decís: ‘¡uy, qué linda estoy!’", reconoce.
Su hija Miranda, de seis años, también se divierte. Ella, a diferencia de otras niñas que juegan a la mamá con vestidos que las suyas ya no usan, puede subirse a los tacos de la última temporada de Justa Osadía o esconderse dentro de uno de los tantos modelos de Las Oreiro que su mamá conserva en el armario. "Ya es toda una mujercita. Cuando vamos a una fiesta, si yo me pongo un vestido, ella tiene que ir con un vestido; si voy con un short, ella usa lo mismo. También me pide que le ponga rubor y brillitos", cuenta la orgullosa mamá. "Hoy se iba a trabajar con mi marido y me llamó para preguntarme qué se ponía. Es muy, muy coqueta".
–¿Lo heredó de usted?
–No demasiado, en realidad yo tuve que aprender a ser coqueta porque no me quedaba otra (risas). Mi mamá sí lo es, siempre está de punta en blanco, y cuando yo era más chica ella me decía: ‘no podés ir vestida así’. A mí no me importaba nada. Ahora me gusta arreglarme, verme bien, con mi ropa y mis perfumes.
–¿Los perfumes los usa para el papel o para usted?
–Bueno, es que para el teatro uso uno (N. de la R.: actúa en "El descenso de Monte Morgan" en el Metropolitan), para "Juana" en "Valientes" usaba otro, ahora para "Micaela" uso éste que se me está acabando y estoy desesperada por conseguirlo. Voy a hablar con la producción, es parte de mi personaje, sino, no puedo crear (risas).
Sentada en una silla mientras la maquillan y la peinan, una productora despliega un desfile de perchas para mostrarle lo que lucirá en las fotos. Se tienta con cada vestido, se enamora de cada accesorio y, pese a que asegura que no es de seguir las últimas tendencias, está al tanto de que ese par de botitas que le están mostrando, aún no está en la vidriera de su marca de zapatos favorita.
Siempre se la ve con un vestido que le queda pintado a su cuerpo, y con el pelo impecable.
–¿Cómo definiría su estilo?
–Me gustan mucho los vestidos cortitos, la ropa cómoda, aunque no muy ancha o muy grande, sino más bien algo ceñido a la cintura y más sueltos abajo. La verdad es que me gusta la ropa, pero no soy una "fashion victim", digamos. Me encanta cuando veo a esas mujeres que están siempre glamorosas pero no lo aplico todo el tiempo en mí.
–¿Tiene ropa guardada que sigue usando sin importar la tendencia?
–¡Obvio! El otro día reciclé un vestidito que tengo hace como 15 años. Es de lo más común del mundo, cortito, con mangas cortas y cuellito redondo abierto, turquesa; nada especial, pero me lo pongo y me siento divina.
–¿Qué cosas no faltan en su placard?
–Me gustan las pashminas o pañuelitos para el invierno, un buen par de tacos por supuesto siempre hay, una linda cartera, algún par de aros.
–Si tuviera una tarjeta de crédito sin límites. ¿Dónde compraría?
–En Cavalli, que tiene varias cosas interesantes, o en Gucci.
–¿Tiene algún fetiche?
–Sí, los perfumes. En este momento tengo 15 abiertos. Las cremas del cuerpo también me gustan mucho. Más ahora, que con tanto maquillaje me tengo que cuidar sí o sí, sino la piel termina hecha bolsa, se deshidrata. Son muchas horas las que estoy maquillada, entonces mi amiga Clarita (N. de la R.: maquilladora y confidente de la actriz) me enseñó que me tengo que sacar el maquillaje al mediodía para que respire la piel.
–¿Hace dieta o gimnasia?
–Con la comida no me cuido, sólo trato de alimentarme sano, pero como de todo, quizás en poca cantidad, porque me lleno rápido. Sí hago gimnasia localizada y camino cuarenta minutos. Me gusta estar bien, no puedo decir que no me importa, pero no soy obsesiva de mi cuerpo en lo más mínimo.