Apoyo al juez Garzón
*Por Matilde Bruera. El conocido magistrado español, Baltasar Garzón ha sido inhabilitado para seguir siendo juez, y castigado por haberse comprometido...
...con investigaciones sobre la corrupción en España.que según se ha leído en los medios, comprometían a importantes dirigentes del Partido Popular
Que un juez haya violado normas procesales no es motivo para su destitución, sino para anular, si así correspondiere el proceso penal viciado. Por otra parte las actitudes procesales que se le reprochan a este magistrado, han sido ratificadas por otros magistrados, a los cuales no se ha enjuiciado.
Ello pone en evidencia, que el problema no es el incumplimiento de normas procesales, sino una persecución en su contra por la trayectoria del conocido juez, en derechos humanos, que ha impactado en distintos países de América, y en el suyo propio.
El juez Garzón, ha recibido alabanzas y críticas desde distintos sectores, pero hay un aspecto de su trayectoria que no puede ser obviado y es su trabajo en pos de la memoria y la justicia en Argentina, en Chile y en su propio país.
Cuando se cumplían 20 años del golpe militar de 1976, y en momentos en que en nuestro país, las leyes de impunidad habían casi desterrado la búsqueda de Justicia en los tribunales nacionales, ese camino pudo ser retomado a partir de la apertura de los juicios en España, por impulso de militantes de derechos humanos, y la decisión del juez Baltasar Garzón. De allí en más y a partir del principio de Justicia Universal aplicado por la Audiencia Nacional, en Madrid, el derecho internacional de los derechos humanos habilita una nueva esperanza. Los represores argentinos, quedan presos en su propio país, o deben ser extraditados a España.
Ello modificó el panorama de desolación que había cundido en nuestra sociedad, y se abrió la esperanza para miles de familiares, y militantes, que desde hacía muchos años venían transitando el camino de la reconstrucción de la memoria y la justicia.
Esta nueva situación y los múltiples pedidos de extradición de represores argentinos, fue activando a la justicia nacional. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con el caso Urteaga, habilita la búsqueda de la verdad , para determinar el destino de los desaparecidos, mientras los militantes siguen pidiendo las responsabilidades penales.
Ello fue parte de la historia, que hizo posible los juicios penales por delitos de lesa humanidad en nuestro país, que hoy se están realizando.
Pinochet era senador vitalicio en Chile, y una decisión del juez Baltasar Garzón, también impulsada por militantes de Derechos Humanos, y el fiscal Castresana, hicieron posible que fuera apresado en Londres.
España, no había investigado nunca los crímenes del franquismo, a pesar de ocupar el segundo lugar en el mundo en número de fosas clandestinas, sólo detrás de Camboya, tal cual denuncian organismos de derechos humanos.
Garzón ha llevado a cabo, el único intento judicial de investigar los espeluznantes asesinatos, razón por la cual fue sentado en el banquillo de los acusados por incumplir una ley de amnistía del año 1977. La Fiscalía y destacados juristas mundo secundan las acciones de Garzón en este caso, y el derecho internacional establece que crímenes de tal gravedad no pueden ser objeto de amnistía. Pero el Tribunal Supremo está bajo una enorme presión y podría condenar al juez, enviando un mensaje intimidatorio a los que luchan contra la impunidad y buscan proteger la dignidad de las víctimas y de sus familias Por todas estas razones, reconocemos la trayectoria del juez Baltazar Garzón y nos sumamos a todas las críticas nacionales e internacionales en relación a la persecución de la que está siendo destinatario el magistrado.
Bregamos por la absolución del mismo, y para que se garantice a los familiares de las víctimas de todos aquellos que siguen abandonados en fosas comunes, el derecho a encontrar los restos de sus seres queridos, a reconstruir la memoria, y a que se haga justicia.
Que un juez haya violado normas procesales no es motivo para su destitución, sino para anular, si así correspondiere el proceso penal viciado. Por otra parte las actitudes procesales que se le reprochan a este magistrado, han sido ratificadas por otros magistrados, a los cuales no se ha enjuiciado.
Ello pone en evidencia, que el problema no es el incumplimiento de normas procesales, sino una persecución en su contra por la trayectoria del conocido juez, en derechos humanos, que ha impactado en distintos países de América, y en el suyo propio.
El juez Garzón, ha recibido alabanzas y críticas desde distintos sectores, pero hay un aspecto de su trayectoria que no puede ser obviado y es su trabajo en pos de la memoria y la justicia en Argentina, en Chile y en su propio país.
Cuando se cumplían 20 años del golpe militar de 1976, y en momentos en que en nuestro país, las leyes de impunidad habían casi desterrado la búsqueda de Justicia en los tribunales nacionales, ese camino pudo ser retomado a partir de la apertura de los juicios en España, por impulso de militantes de derechos humanos, y la decisión del juez Baltasar Garzón. De allí en más y a partir del principio de Justicia Universal aplicado por la Audiencia Nacional, en Madrid, el derecho internacional de los derechos humanos habilita una nueva esperanza. Los represores argentinos, quedan presos en su propio país, o deben ser extraditados a España.
Ello modificó el panorama de desolación que había cundido en nuestra sociedad, y se abrió la esperanza para miles de familiares, y militantes, que desde hacía muchos años venían transitando el camino de la reconstrucción de la memoria y la justicia.
Esta nueva situación y los múltiples pedidos de extradición de represores argentinos, fue activando a la justicia nacional. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con el caso Urteaga, habilita la búsqueda de la verdad , para determinar el destino de los desaparecidos, mientras los militantes siguen pidiendo las responsabilidades penales.
Ello fue parte de la historia, que hizo posible los juicios penales por delitos de lesa humanidad en nuestro país, que hoy se están realizando.
Pinochet era senador vitalicio en Chile, y una decisión del juez Baltasar Garzón, también impulsada por militantes de Derechos Humanos, y el fiscal Castresana, hicieron posible que fuera apresado en Londres.
España, no había investigado nunca los crímenes del franquismo, a pesar de ocupar el segundo lugar en el mundo en número de fosas clandestinas, sólo detrás de Camboya, tal cual denuncian organismos de derechos humanos.
Garzón ha llevado a cabo, el único intento judicial de investigar los espeluznantes asesinatos, razón por la cual fue sentado en el banquillo de los acusados por incumplir una ley de amnistía del año 1977. La Fiscalía y destacados juristas mundo secundan las acciones de Garzón en este caso, y el derecho internacional establece que crímenes de tal gravedad no pueden ser objeto de amnistía. Pero el Tribunal Supremo está bajo una enorme presión y podría condenar al juez, enviando un mensaje intimidatorio a los que luchan contra la impunidad y buscan proteger la dignidad de las víctimas y de sus familias Por todas estas razones, reconocemos la trayectoria del juez Baltazar Garzón y nos sumamos a todas las críticas nacionales e internacionales en relación a la persecución de la que está siendo destinatario el magistrado.
Bregamos por la absolución del mismo, y para que se garantice a los familiares de las víctimas de todos aquellos que siguen abandonados en fosas comunes, el derecho a encontrar los restos de sus seres queridos, a reconstruir la memoria, y a que se haga justicia.