Anorexia extrema: llegó a pesar 31 kilos
Una joven de 26 años vio pasar la muerte de cerca debido a la anorexia. Sin embargo, logró recuperarse y actualmente se está preparando para la Maratón de Londres.
Una enfermera que estuvo a punto de morir por anorexia está entrenando para correr la Maratón de Londres que se disputará en abril. Su historia es una inspiración para todos aquellos que sufran de anorexia.
La bella Harriet Smith, de 26 años, ha luchado por 12 años con un severo cuadro de malnutrición debido a una necesidad patológica de verse siempre extremadamente delgada.
Pero Harriet, que mide 1.75, metros y que llegó a pesar tan sólo 31 kilos, ha recuperado su vida en muchos sentidos.
Con la ayuda de su familia y un especialista clínico en desórdenes de la alimentación, actualmente pesa 61 kilos y está completamente sana.
Ya recuperada, entrena para correr la famosa Maratón de Londres para una organización caritativa que ayuda a animales abandonados y espera que su recuperación sirva de ejemplo a otros afectados por desórdenes como la anorexia.
Harriet cuenta que cuando estaba obsesionada por perder peso corría hasta quedar agotada y que no disfrutaba, era solo para perder grasa, adelgazar. Hoy afirma correr por alegría y para estar bien.
"Nunca pensé que llegaría a donde estoy hoy. Nunca me sentí tan completa y espero que mi historia inspire a otros. Lleva tiempo pero se puede lograr, yo soy el ejemplo", confesó al periódico británico Daily Mirror.
La joven empezó con la compulsión de perder peso a los 14 años. Al poco tiempo su menstruación se cortó. Se sentía muy cansada y frágil. Le creció una fina capa de pelo en todo el cuerpo.
Harriet reconoció que entonces ella estaba ciega a lo que le ocurría. Estaba en un estado de negación absoluta y se veía gorda, incluso cuando pesada 31 kilos y estaba internada en el hospital.
"El doctor me dijo: ‘Estás a semanas de morir, tu corazón dejará de latir’", relató Smith.
Su índice de masa corporal era de tan solo 10. Una masa corporal menor de 18.5 es considerada crítica.
Smith fue internada bajo la ley de Salud Mental en el 2005, una ley por la cual las personas que son diagnosticadas con algún desorden mental pueden ser retenidas en un hospital o bajo custodia policial para ser tratadas en contra de su voluntad.
La muchacha pasó un año en la clínica especializada donde fue alimentada a través de un tubo. Estuvo bajo observación médica y gradualmente fue ganando peso.
"Mis padres y mis dos hermanos me apoyaron mucho y ahora estoy en un 99,9 % recuperada. Todavía hay un minúsculo resto de anorexia en mi mente y todavía tengo alguna luchas internas por esto", confiesa la joven.
En estos días, Harriet vive en King’s Lynn, una ciudad portuaria del condado de Norfolk, al este de Inglaterra. Está encantada de poder disfrutar de su vida: Logró su certificado de enfermera y tiene novio.
Corriendo en la Maratón de Londres, intentará recaudar más de 5.000 dólares para la organización de caridad animal, PDSA, pero por sobre todas las cosas, espera que su historia pueda inspirar a otras personas que se recuperan de desórdenes alimenticios.
La bella Harriet Smith, de 26 años, ha luchado por 12 años con un severo cuadro de malnutrición debido a una necesidad patológica de verse siempre extremadamente delgada.
Pero Harriet, que mide 1.75, metros y que llegó a pesar tan sólo 31 kilos, ha recuperado su vida en muchos sentidos.
Con la ayuda de su familia y un especialista clínico en desórdenes de la alimentación, actualmente pesa 61 kilos y está completamente sana.
Ya recuperada, entrena para correr la famosa Maratón de Londres para una organización caritativa que ayuda a animales abandonados y espera que su recuperación sirva de ejemplo a otros afectados por desórdenes como la anorexia.
Harriet cuenta que cuando estaba obsesionada por perder peso corría hasta quedar agotada y que no disfrutaba, era solo para perder grasa, adelgazar. Hoy afirma correr por alegría y para estar bien.
"Nunca pensé que llegaría a donde estoy hoy. Nunca me sentí tan completa y espero que mi historia inspire a otros. Lleva tiempo pero se puede lograr, yo soy el ejemplo", confesó al periódico británico Daily Mirror.
La joven empezó con la compulsión de perder peso a los 14 años. Al poco tiempo su menstruación se cortó. Se sentía muy cansada y frágil. Le creció una fina capa de pelo en todo el cuerpo.
Harriet reconoció que entonces ella estaba ciega a lo que le ocurría. Estaba en un estado de negación absoluta y se veía gorda, incluso cuando pesada 31 kilos y estaba internada en el hospital.
"El doctor me dijo: ‘Estás a semanas de morir, tu corazón dejará de latir’", relató Smith.
Su índice de masa corporal era de tan solo 10. Una masa corporal menor de 18.5 es considerada crítica.
Smith fue internada bajo la ley de Salud Mental en el 2005, una ley por la cual las personas que son diagnosticadas con algún desorden mental pueden ser retenidas en un hospital o bajo custodia policial para ser tratadas en contra de su voluntad.
La muchacha pasó un año en la clínica especializada donde fue alimentada a través de un tubo. Estuvo bajo observación médica y gradualmente fue ganando peso.
"Mis padres y mis dos hermanos me apoyaron mucho y ahora estoy en un 99,9 % recuperada. Todavía hay un minúsculo resto de anorexia en mi mente y todavía tengo alguna luchas internas por esto", confiesa la joven.
En estos días, Harriet vive en King’s Lynn, una ciudad portuaria del condado de Norfolk, al este de Inglaterra. Está encantada de poder disfrutar de su vida: Logró su certificado de enfermera y tiene novio.
Corriendo en la Maratón de Londres, intentará recaudar más de 5.000 dólares para la organización de caridad animal, PDSA, pero por sobre todas las cosas, espera que su historia pueda inspirar a otras personas que se recuperan de desórdenes alimenticios.