Sociedad
Año bisiesto: ¿qué pasa con los que nacieron un 29 de febrero?
El día sólo aparece en el calendario una vez cada cuatro años, por lo tanto quienes cumplen años en esa fecha, deben celebrar su día el 28 de febrero o el 1 de marzo. ¿Qué mitos rodean la fecha?
El 29 de febrero es una fecha inusual, porque sólo aparece en el calendario cada cuatro años, de manera que los nacidos en año bisiesto sólo podrán celebrar su cumpleaños en la fecha real cada 4 años y el resto deberán pasarla al 28 de febrero o al 1 de marzo, si es que deciden celebrarlo.
Los nacidos en esta fecha deberán tener en cuenta un dato importante a la hora de festejar su cumpleaños. Desde la magia blanca sugieren que las personas que nacieron un 29 de febrero deberán celebrarlo después de las 12 de la noche del día 28 pero los festejos no pueden extenderse más allá de las cinco de la mañana del 1 de marzo.
La probabilidad de nacer un 29 de febrero es de 1 entre 1.461 bebés, según la "Sociedad Honoraria de los Nacidos en Día Bisiesto", un club online de casi 10.000 integrantes creado para que los bisiestos puedan compartir experiencias y en algunos casos la frustración causada por haber nacido en esta caprichosa fecha.
Un problema a lo que se enfrentaron algunos nacidos el 29 de febrero es la fecha de inscripción en el documento. Durante mucho tiempo los empleados de los registros civiles pedían a los padres que anotaran a sus hijos el 28 de febrero o el 1 de marzo. Sin embargo, ahora quienes nacen el 29, son anotados esa misma fecha.
Mitos y supersticiones en torno al año bisiesto
Las supersticiones en torno a este día que aparece y desaparece son curiosas. Al parecer, se decía antiguamente que sólo el día 29 de febrero de los años bisiestos, las mujeres podían proponer matrimonio a su novio. Si su novio no aceptaba, por tradición éste debía compensar a su novia con un beso y un camisón de seda. Los romanos hasta cerraban los templos en los febreros bisiestos, por si Júpiter montaba en cólera... Y en Grecia, lo de "en martes y 13 ni te cases ni te embarques", se hace extensible también al 29 de febrero.
En la cultura popular, para muchos esta fecha está unida a la mala suerte. Así, es popular el refrán Año bisiesto y año de pares, año de azares y Año bisiesto, ni casa, ni viña, ni huerto, ni puerto. Lo cierto es que a lo largo de la historia son muchas las catástrofes, que por casualidad o no, sucedieron en año bisiesto: el hundimiento del Titanic, el inicio de la Guerra Civil española, el conflicto entre Irán e Irak o sonados asesinatos como los de Gandhi (1948), Robert Kennedy y Luther King (1968), Lennon (1980) o Indira Gandhi (1984).
Sin embargo, en algunas latitudes ser bisiesto trae sus beneficios. En Irlanda, por ejemplo, los bebés nacidos en esa fecha vienen con más panes bajo el brazo que cualquier otro, ya que el Estado les paga a sus padres un premio en dinero.
Más allá de los inconvenientes, los que cumplen el 29 de febrero están contentos de haber nacido en esa fecha. Algunos celebrarán que este febrero les regale una ración extra de ñoquis del 29 y otros llegarán al mundo y formarán parte del selecto club de los bisiestos.
Los nacidos en esta fecha deberán tener en cuenta un dato importante a la hora de festejar su cumpleaños. Desde la magia blanca sugieren que las personas que nacieron un 29 de febrero deberán celebrarlo después de las 12 de la noche del día 28 pero los festejos no pueden extenderse más allá de las cinco de la mañana del 1 de marzo.
La probabilidad de nacer un 29 de febrero es de 1 entre 1.461 bebés, según la "Sociedad Honoraria de los Nacidos en Día Bisiesto", un club online de casi 10.000 integrantes creado para que los bisiestos puedan compartir experiencias y en algunos casos la frustración causada por haber nacido en esta caprichosa fecha.
Un problema a lo que se enfrentaron algunos nacidos el 29 de febrero es la fecha de inscripción en el documento. Durante mucho tiempo los empleados de los registros civiles pedían a los padres que anotaran a sus hijos el 28 de febrero o el 1 de marzo. Sin embargo, ahora quienes nacen el 29, son anotados esa misma fecha.
Mitos y supersticiones en torno al año bisiesto
Las supersticiones en torno a este día que aparece y desaparece son curiosas. Al parecer, se decía antiguamente que sólo el día 29 de febrero de los años bisiestos, las mujeres podían proponer matrimonio a su novio. Si su novio no aceptaba, por tradición éste debía compensar a su novia con un beso y un camisón de seda. Los romanos hasta cerraban los templos en los febreros bisiestos, por si Júpiter montaba en cólera... Y en Grecia, lo de "en martes y 13 ni te cases ni te embarques", se hace extensible también al 29 de febrero.
En la cultura popular, para muchos esta fecha está unida a la mala suerte. Así, es popular el refrán Año bisiesto y año de pares, año de azares y Año bisiesto, ni casa, ni viña, ni huerto, ni puerto. Lo cierto es que a lo largo de la historia son muchas las catástrofes, que por casualidad o no, sucedieron en año bisiesto: el hundimiento del Titanic, el inicio de la Guerra Civil española, el conflicto entre Irán e Irak o sonados asesinatos como los de Gandhi (1948), Robert Kennedy y Luther King (1968), Lennon (1980) o Indira Gandhi (1984).
Sin embargo, en algunas latitudes ser bisiesto trae sus beneficios. En Irlanda, por ejemplo, los bebés nacidos en esa fecha vienen con más panes bajo el brazo que cualquier otro, ya que el Estado les paga a sus padres un premio en dinero.
Más allá de los inconvenientes, los que cumplen el 29 de febrero están contentos de haber nacido en esa fecha. Algunos celebrarán que este febrero les regale una ración extra de ñoquis del 29 y otros llegarán al mundo y formarán parte del selecto club de los bisiestos.
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