Annalisa Santi: la mujer objeto "del momento" y la historia de nunca acabar
La ex estudiante universitaria es la chica "autocosificada" furor en la tele. El éxito de mostrarse sin hacer nada productivo.
Annalisa Santi llegó a los medios tras publicar insinuantes fotos y videos que tomaba durante sus clases en la universidad, claro guiño a la estereotipada figura de la "estudiante hot", término por el cual se la terminó identificando mediáticamente.
Pasó un año sin Marcelo Tinelli en la pantalla chica argentina y parece que la televisión necesita imperiosamente la figura de una "chica del momento": Annalisa vino como anillo al dedo. La bella ex estudiante de abogacía explotó en el reality de América "Viviendo con las estrella", coqueteando con Vicky Xipolitakis (hasta ella parece más inteligente) y desafiando el pleno vivo al mostrar su cuerpo. Así, pretende ser una "notera".
Ella, como tantas otras chicas "hot" del momento, está frente a la cámara, no por su personalidad y existencia como individuo, si no por sus atributos, que sin negar su belleza, hacen las veces de instrumento de placer para un otro (principalmente, los hombres).
"Me divierte provocar y jugar a la chica sexy, tonta y hueca", declaró, colocándose sola en la posición más decadente a la que una mujer puede llegar: el objeto sexual o la "autocosificación". El problema de creer que una es más visible en la sociedad mostrándose de esta forma es un debate académico, del cual Annalisa quedó excluída por abandonar sus estudios y dedicarse a la mera exposición de su cuerpo.
Sin embargo, la ubicación de Annalisa en la tele no es nueva y tampoco es sólo su culpa. Publicidades, prensa gráfica y televisión son el espacio predilecto en donde siguen mostrándose parámetros de belleza absurdos y chicas que hacen (y muestran) lo que sea para trascender mediáticamente. Triste, aburrido.
Lo peor de todo es que estos mensajes influyen en el comportamiento de la gente. No se trata de dejar de ser seductoras y atractivas: es la forma. Mostrar las lolas y la ropa interior en clase, "enseñar" cómo comer un chupetín, lamer un helado o exponer tu cuerpo deliberadamente no contribuye en nada productivo, sólo en el hecho de posicionar a la mujer en el pedestal de la inutilidad.
"Estas no son historias de chicas recibiendo lo que quieren sexualmente, son historias de chicas que ganan la aclamación social, para lo que su sexualidad es una herramienta" - Ariel Levy, escritora estadounidense.