Ángeles Rawson, la "víctima perfecta" para el marketing mediático
Porqué el crimen de la joven de 16 años fue súper explotado por los medios de comunicación.
La morbosa cobertura de los medios, la clase social a la que pertenecía Ángeles, su edad y género son parte de los ingredientes que convirtieron la historia del crimen en una "novela" que se relató hasta en los programas de chimentos de la TV.
A un año del crimen, Marcelo Pereyra, quien es profesor de "Teorías sobre periodismo" en la carrera Ciencias de la Comunicación de la UBA y trabajó en el análisis de las coberturas periodísticas de femicidios, opina sobre el caso.
Ángeles, una chica de clase media
Consultado por DiarioVeloz sobre el motivo del alto impacto que generó en la audiencia el homicidio de la adolescente que vivía en Colegiales, Pereyra señala: "En principio tiene que ver la clase social, con el barrio", y ejemplifica: "El caso de la mujer chaqueña (Paula Giménez de 31 años, cuyo cuerpo fue encontrado en el basural de José León Suárez la semana pasada), no tuvo la misma repercusión que el caso de Ángeles Rawson".
"La clase a la cual pertenecía Ángeles Rawson es la que prioritariamente se ve representada en los medios en general", agrega Pereyra, y destaca: "Por otro lado, que le pase esto a personas de clase media y alta es más noticiable porque se supone que es una clase que está más protegida, como el caso de Nora Dalmaso y de María Marta García Belsunce, mujeres que vivían en barrios cerrados. Esto resulta más atractivo a la hora de vender la noticia".
En la misma línea, Sandra Chaher, comunicadora, presidente de la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y directora del "Diploma Superior de Comunicación y Género" (certificado por la AFSCA), opina en diálogo con DiarioVeloz: "Creo que parte de este sostenimiento en pantalla tuvo que ver con que el femicidio ocurrió en pleno Palermo y para los medios nacionales, anclados en Buenos Aires, fue muy fuerte aceptar que semejante atrocidad ocurriera cerca de nuestras casas. Como si la violencia fuera un tema que no nos pertenece".
Cobertura excesiva
Pereyra critica lo que llama la "hipérbole" mediática, el hecho de forzar una extensión del tema para que ocupe más tiempo de transmisión, incluso con información no confirmada.
Por su parte, Chaher argumenta: "La cobertura en general no fue buena. Hubo muchísimo sensacionalismo y el tema estuvo sostenido innecesariamente en los medios aun cuando no había noticias sobre el caso. El sensacionalismo no fue sólo en torno a la publicación del cuerpo abusado y humillado que hizo MUY sino a la forma en general en que se trató".
Hipótesis morbosas
"La cobertura fue sensacionalista", califica Pereyra. Y recuerda que algunos periodistas tejieron una hipótesis que asociaba a la joven con prácticas sexuales sadomasoquistas. "Se hizo énfasis en la relación de una adolescente con un trabajador, con el encargado de un edificio. Se dio pie a especulaciones morbosas. Los medios le dieron una dimensión, que en definitiva, no tuvo, porque Rawson no tenía relación con el portero".
Víctima femenina
"Cuando la víctima es mujer, y para colmo menor de edad hay una explotación de la figura de la mujer como débil, es un estereotipo", destaca Marcelo Pereyra y desmitifica esta creencia sobre la figura femenina: "La mayor cantidad de víctimas de homicidios dolosos en Buenos Aires son varones".
"Pese a que las estadísticas demuestran que las mujeres son la minoría de las víctimas de asesinatos, en los medios aparecen privilegiadamente como víctimas". Esto no ocurre solo a nivel periodístico: "En la sociedad también se entiende que las mujeres son 'victimas' porque se asocia el género a una supuesta debilidad".
"Y cuando son jóvenes, se construye la figura de víctima resaltando su inocencia y bondad", añade.
Los detalles que invisibilizan la gravedad de la situación
Además, cuestiona el "morbo de explicar dónde estuvo el cuerpo, si había habido ataque sexual o no. El interés giró en torno al cómo (fue asesinada) y no en el por qué. Se hace incidencia en los detalles, y no se da lugar a preguntarse en general, a nivel social: ¿Por qué los hombre ejercen violencia contra las mujeres?".
Este tratamiento que reduce el problema a un caso particular sin cuestionar las desigualdades sociales donde las mujeres son perjudicadas "Es recurrente en las notas policiales" porque "tiene la lógica del suceso".
En este sentido, explica sobre la cobertura de notas policiales: "Se muestran como acontecimientos que empiezan y terminan en sí mismos. Se presentan de tal manera que no hace falta tener conocimiento del contexto en el que se desarrolla. El contexto de relación de poder entre hombres y mujeres".