Ángeles Rawson, el morbo ante todo
No hay conversación donde no esté incluido el caso. No hay persona que no saque conjeturas del crimen. La ficción supera a la realidad, y todos queremos saber...
@llalin
El crimen de la joven Ángeles Rawson conmueve al país. Es el tema recurrente en las reuniones o conversaciones de cualquier persona desde hace una semana, después que desapareció tras su clase de gimnasia, y se la halló muerta en la CEAMSE, algunas horas después.
Aunque asesinatos, lamentablemente, hay todos los días, este caso en particular logró llamar la atención de todos. Hombres y mujeres. Jóvenes y adultos mayores. No hay quien no opine del caso.
Lo horroroso del crimen, las aristas macabras que lo envuelven, las sospechas contra el entorno de la chica vuelven al asesinato, macabro e interesante al mismo tiempo. Es como si mas allá del dolor que uno puede sentir por la joven, el caso fuera una novela, con episodios distintos para resolver.
Hoy todos somos investigadores criminalísticos. Que fue el portero, que fue el padrastro, que hay un secreto familiar, que la madre algo sabe pero calla... Todos analizamos las distintas hipótesis del caso, que parecen demostrar que mientras más morbo tiene entre sus hipótesis, más interesante se vuelve ante el común de la gente.
Las rarezas del caso lo vuelven más jugoso ante la opinión pública. La desaparición de la chica tras su presencia en la clase de gimnasia, el misterio del lugar del crimen -su casa, el container o el sótano del edificio-, el cuerpo retirado por el camión, su aparición en la planta de la CEAMSE. Uno imagina cada movimiento del asesino. Y mientras se pregunta por qué lo hizo, más es la necesidad de obtener respuestas.
Y así, un crimen real de una pequeña de 16 años con todo un futuro por delante, se termina convirtiendo en una novela policial ante la vista de miles de personas, que sólo esperan llegar al final para resolver el caso.