Andy Chango: "La tele es un fenómeno potente en el peor de los sentidos"
Por Sofía Tarruella. Desaparecido de la vida mediática argentina, el músico que años atrás saltó a la fama por reconocerse "politóxico" recordó su pasado y habló de su presente con DiarioVeloz.com. Drogas y rock and roll de un artista sin tapujos.
*Por Sofía Tarruella
Starruella@diarioveloz.com
@Sofisuu
Once años atrás, con un estilo sin escrúpulos y un discurso sin ataduras a favor del consumo de drogas escandalizó a periodistas como "Lucho" Avilés o "Chiche" Gelblung, entre tantos otros. La famosa frase auto descriptiva "soy Politóxico" o la canción "Qué lindo es drogarse en familia", se convirtieron en su marca registrada e hizo que, aún hoy, para muchos argentinos sea imposible pensar en él separando su carrera musical de su carrera en el mundo de los excesos.
Pero el tiempo pasó y alejado de la vida mediática argentina, se consolidó como músico en España donde viajó en 1997 para probar suerte con su entonces segundo álbum.
Hoy, con cinco discos en su haber y una amplia lista de colaboraciones en bandas sonoras y medios de comunicación, entre varios proyectos más, aún se sorprende de que lo recuerden por esas intervenciones puntuales y aunque asume su "actitud kamikaze" de aquella época, se lamenta sobre los efectos de la televisión como un "fenómeno potente en el peor de los sentidos".
-¿Si bien supimos de tu último disco (Boris Vian, sacado en 2008) y su correspondiente gira, y del taller de iniciación rockera para niños en un centro cultural madrileño, estás alejado de la vida mediática argentina. ¿Qué es de tu vida ahora?
Como siempre tengo mi programa de radio, estoy colaborando con un programa de tele, estoy trabajando un poco en publicidad y preparando mi próximo disco que es una ópera rock en miniatura de diez minutos y 20 actos, es una curiosidad. Lo acabo terminar de componer y lo estrenaré en octubre con los músicos de mi primer disco con los que suelo grabar siempre.
-¿Cómo se llama y de qué se trata el disco?
Se va llamar San Lorenzo, que no es el equipo de futbol. Yo ahora estoy viviendo en una ciudad que se llama El Escorial y tiene un monasterio que se llama San Lorenzo por un Santo que murió quemado a la parrilla. La leyenda cuenta la historia de un muchacho que se viene a vivir acá y por una equivocación hace el amor con una monja pensando que es una vaca, entonces la gente de España lo quema a la parrilla.
-¿Tenés pensado volver al país para presentar el disco u otras canciones?
Me gustaría hacer un concierto pero el proyecto que estoy haciendo ahora es muy localista, muy español. Como siempre yo intento meter la pata por algún lado, esta vez es contra la iglesia. España es un país muy católico y esta vez estoy aprovechando para reírme un poco de eso, dar mis opiniones, pero el contexto es muy español no sé si es un proyecto para llevarlo a Buenos Aires. A veces pienso también en ir un par de meses y organizar un concierto de rock con las viejas canciones, estoy acariciando la idea.
-¿Fuera de la música, tenés planes de venir al país?
Me gustaría, sí, tengo ganas porque empiezo a echar de menos, no se si me estoy poniendo viejo, extraño a los amigos de la infancia, las calles. El otro día leía un par de policiales argentinos que describían la zona, mencionaban las calles pequeñas como Paunero, que no la sentía nombrar hace 25 años. Me empecé a acordar del barrio y por primera vez, ya te digo debe ser que estoy entrando en al tercera edad, estoy pensando en ir a Buenos Aires a ver a viejos amigos como siempre, pero también tengo ganas de recorrer las calles y recordar momentos de la infancia.
-¿Tenés un buen recuerdo de los años acá y del país?
Sí, mi vida es feliz o infeliz siempre por otros motivos, tanto en Buenos Aires como en España puedo morirme de angustia o de felicidad. Hecho de menos algunas amistades, el sentido del humor argentino que es diferente del español.
-¿Cómo ves a la distancia las intervenciones mediáticas que te hicieron famoso?
Para mí fue algo que sucedió hace diez años o más, lo que si me llama muchísimo la atención es la repercusión que tuvo. Cada vez que me cruzo con un argentino me dicen eso y muchísima gente lo ve en Youtube. O sea que llamó mucho más la atención esas tres salidas en la televisión que los 25 años que vengo haciendo canciones. Me hace reflexionar sobre la televisión, qué fenómeno más potente en el peor de los sentidos.
-Justamente, el director de este diario "Chiche" Gelblung alguna vez se escandalizó con tu discurso abierto sobre el consumo de drogas. ¿Cómo lo ves con el paso del tiempo?
Haber participado en esos programas debería cubrirme de vergüenza, sin embargo, a la distancia, no deja de despertarme cierta simpatía. Esa actitud un poco kamikaze de ir a esos sitios y decir todo lo que pensaba... Creo que me molestaba más en el momento que lo hice, que ahora con el tiempo, creo que ahora hasta me causa gracia.
-¿Alguna vez te complicaron en relación a la difusión de su obra?
No, para nada ni me perjudicó ni me benefició. Fueron intervenciones puntuales y ya está. La última vez que fui a la Argentina fui a presentar Boris Vian, que era un proyecto que no hablaba de drogas entonces dije que no a algunos programas de TV que me habían invitado porque no me interesaba, quería hablar de otras cosas. Así que ni me benefició ni perjudicó.
-En los últimos años en Argentina hay un debate intenso con respeto a la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. ¿Cuál es tu opinión al respecto y como ves que el tema en el país?
No tengo ni idea como se está tratando el tema allá, hace cuatro años que no voy a Buenos Aires. Mis opiniones sobre ese tema son siempre las mismas, desde que tengo uso de la razón. Soy amante de la libertad y del libre albedrío, creo que cada persona tiene que tener derecho a hacer lo que quiera con cualquier cosa.
Starruella@diarioveloz.com
@Sofisuu
Once años atrás, con un estilo sin escrúpulos y un discurso sin ataduras a favor del consumo de drogas escandalizó a periodistas como "Lucho" Avilés o "Chiche" Gelblung, entre tantos otros. La famosa frase auto descriptiva "soy Politóxico" o la canción "Qué lindo es drogarse en familia", se convirtieron en su marca registrada e hizo que, aún hoy, para muchos argentinos sea imposible pensar en él separando su carrera musical de su carrera en el mundo de los excesos.
Pero el tiempo pasó y alejado de la vida mediática argentina, se consolidó como músico en España donde viajó en 1997 para probar suerte con su entonces segundo álbum.
Hoy, con cinco discos en su haber y una amplia lista de colaboraciones en bandas sonoras y medios de comunicación, entre varios proyectos más, aún se sorprende de que lo recuerden por esas intervenciones puntuales y aunque asume su "actitud kamikaze" de aquella época, se lamenta sobre los efectos de la televisión como un "fenómeno potente en el peor de los sentidos".
-¿Si bien supimos de tu último disco (Boris Vian, sacado en 2008) y su correspondiente gira, y del taller de iniciación rockera para niños en un centro cultural madrileño, estás alejado de la vida mediática argentina. ¿Qué es de tu vida ahora?
Como siempre tengo mi programa de radio, estoy colaborando con un programa de tele, estoy trabajando un poco en publicidad y preparando mi próximo disco que es una ópera rock en miniatura de diez minutos y 20 actos, es una curiosidad. Lo acabo terminar de componer y lo estrenaré en octubre con los músicos de mi primer disco con los que suelo grabar siempre.
-¿Cómo se llama y de qué se trata el disco?
Se va llamar San Lorenzo, que no es el equipo de futbol. Yo ahora estoy viviendo en una ciudad que se llama El Escorial y tiene un monasterio que se llama San Lorenzo por un Santo que murió quemado a la parrilla. La leyenda cuenta la historia de un muchacho que se viene a vivir acá y por una equivocación hace el amor con una monja pensando que es una vaca, entonces la gente de España lo quema a la parrilla.
-¿Tenés pensado volver al país para presentar el disco u otras canciones?
Me gustaría hacer un concierto pero el proyecto que estoy haciendo ahora es muy localista, muy español. Como siempre yo intento meter la pata por algún lado, esta vez es contra la iglesia. España es un país muy católico y esta vez estoy aprovechando para reírme un poco de eso, dar mis opiniones, pero el contexto es muy español no sé si es un proyecto para llevarlo a Buenos Aires. A veces pienso también en ir un par de meses y organizar un concierto de rock con las viejas canciones, estoy acariciando la idea.
-¿Fuera de la música, tenés planes de venir al país?
Me gustaría, sí, tengo ganas porque empiezo a echar de menos, no se si me estoy poniendo viejo, extraño a los amigos de la infancia, las calles. El otro día leía un par de policiales argentinos que describían la zona, mencionaban las calles pequeñas como Paunero, que no la sentía nombrar hace 25 años. Me empecé a acordar del barrio y por primera vez, ya te digo debe ser que estoy entrando en al tercera edad, estoy pensando en ir a Buenos Aires a ver a viejos amigos como siempre, pero también tengo ganas de recorrer las calles y recordar momentos de la infancia.
-¿Tenés un buen recuerdo de los años acá y del país?
Sí, mi vida es feliz o infeliz siempre por otros motivos, tanto en Buenos Aires como en España puedo morirme de angustia o de felicidad. Hecho de menos algunas amistades, el sentido del humor argentino que es diferente del español.
-¿Cómo ves a la distancia las intervenciones mediáticas que te hicieron famoso?
Para mí fue algo que sucedió hace diez años o más, lo que si me llama muchísimo la atención es la repercusión que tuvo. Cada vez que me cruzo con un argentino me dicen eso y muchísima gente lo ve en Youtube. O sea que llamó mucho más la atención esas tres salidas en la televisión que los 25 años que vengo haciendo canciones. Me hace reflexionar sobre la televisión, qué fenómeno más potente en el peor de los sentidos.
-Justamente, el director de este diario "Chiche" Gelblung alguna vez se escandalizó con tu discurso abierto sobre el consumo de drogas. ¿Cómo lo ves con el paso del tiempo?
Haber participado en esos programas debería cubrirme de vergüenza, sin embargo, a la distancia, no deja de despertarme cierta simpatía. Esa actitud un poco kamikaze de ir a esos sitios y decir todo lo que pensaba... Creo que me molestaba más en el momento que lo hice, que ahora con el tiempo, creo que ahora hasta me causa gracia.
-¿Alguna vez te complicaron en relación a la difusión de su obra?
No, para nada ni me perjudicó ni me benefició. Fueron intervenciones puntuales y ya está. La última vez que fui a la Argentina fui a presentar Boris Vian, que era un proyecto que no hablaba de drogas entonces dije que no a algunos programas de TV que me habían invitado porque no me interesaba, quería hablar de otras cosas. Así que ni me benefició ni perjudicó.
-En los últimos años en Argentina hay un debate intenso con respeto a la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. ¿Cuál es tu opinión al respecto y como ves que el tema en el país?
No tengo ni idea como se está tratando el tema allá, hace cuatro años que no voy a Buenos Aires. Mis opiniones sobre ese tema son siempre las mismas, desde que tengo uso de la razón. Soy amante de la libertad y del libre albedrío, creo que cada persona tiene que tener derecho a hacer lo que quiera con cualquier cosa.