Análisis DiarioVeloz - Caso Ángeles Rawson: el testigo clave "que no fue"
Entre los tantos misterios que día a día se develan a la opinión pública por los giros de la investigación, la declaración de Eleodoro Vivero es una nueva incógnita.
Por Pablo Ezequiel Ferrari
@pabloeferrari
En la maratónica sesión testimonial del viernes en la fiscalía de María Paula Asaro, la palabra de un testigo clave que, por pedido de él, solicitó se preservara su identidad, fue objeto de la atención periodística, ya que según las fuentes judiciales, la declaración era primordial para el esclarecimiento del hecho.
La curiosa particularidad de este testigo es que fue propuesto por el Ministerio de Seguridad de la Nación. De hecho, el "misterioso" hombre fue acompañado a la sede del Ministerio Público Fiscal por la secretaria de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, Cristina Caamaño.
Sin embargo, la teoría del testigo clave que "desenmarañó" la intrincada trama del crimen de Ángeles Rawson se diluyó ayer tras el informe publicado desde la fiscalía: "En la noche del viernes al sábado también se le recibió declaración testimonial a Eleodoro Rubén Vivero, quien fue ofrecido al proceso por el Ministerio de Seguridad de la Nación. La fiscalía hizo saber que Vivero 'no tuvo incidencia alguna con la decisión adoptada por la Sra. Fiscal con relación al actualmente imputado Mangeri'".
Ahora bien, si el viernes el señor Vivero era tan importante para la causa e incluso se preservó su identidad al taparlo con una campera de la Policía Federal al ser trasladado, incluso por sobre la movilización del principal sospechoso, el portero Jorge Mangeri, que salió de la fiscalía con la cara descubierta, ¿por qué ayer la doctora Asaro decidió revelar el nombre del testigo?
El otro aspecto que sembró dudas dentro del "testigo clave" fue que la mismísima encargada de las relaciones entre el Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público Fiscal, Cristina Caamaño, fuera quien llevara personalmente a Vivero a la sede de la doctora Asaro.
Caamaño, del riñón del secretario de Seguridad, Sergio Berni, había dimitido a su función una vez que se anunció la asunción del nuevo ministro de Seguridad, Arturo Puricelli, pero según un cable de la agencia Noticias Argentinas, la propia presidente Cristina Fernández de Kirchner valoró el trabajo de la funcionaria y pidió que siga en el ministerio pese a la designación.
"La jefe de Estado elogió, sobre todo, su tarea a la hora de llevar adelante denuncias y causas judiciales contra jefes o miembros de las fuerzas (Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria) y remarcó que los cambios ministeriales que ella dispuso no necesariamente tienen que ser trasladados a otros cargos dentro de la correspondiente cartera", precisó.
¿Cuál fue el rol que cumplió Vivero en la investigación? ¿El Gobierno quiso participar en el esclarecimiento del caso o lo quiso desvirtuar? Son interrogantes que se plantean sobre el "testigo clave" que no fue.