Amigos íntimos, colaboradores y personajes de la farándula: la intimidad de la asunción de Mauricio Macri
Las primeras horas en la presidencia fueron marcadas por la emoción y la alegría. Jornada histórica para el PRO.
Mauricio Macri vivió horas inolvidables, desde que salió de su casa a las 11.15 y hasta el saludo y el baile en el balcón de la Casa Rosada.
Luego de la jura en el Congreso Nacional, Macri se dirigió hacia la Casa Rosada, escoltado por una multitud que lo saludaba. "No nos dijimos nada, sólo nos abrazamos. Esto es muy fuerte", dijo José Torello, uno de los más íntimos amigos de Macri.
Torello era uno de los que esperaba al presidente y se encargaba de que todo estuviera en perfecto orden. "Años, años y años... No se puede explicar en palabras", confesaba otro de los más cercanos.
El primero en arribar a la Rosada fue Nicolás Caputo, el mejor amigo de Macri y asesor primordial. Se sentó en la séptima fila junto a su pareja, Agustina. La segunda en llegar fue Bárbara Diez, la mujer de Horacio Rodríguez Larreta, quien se sentó en la segunda fila.
Con una puntualidad asombrosa, Macri llegó a Casa Rosada y se acomodó rápidamente en su despacho, donde se sentó al lado de Alfonso Prat Gay. En el ambiente ya no se veían, lógicamente, imágenes familiares o partidarias de Cristina Kirchner.
En la antesala del despacho presidencial estaban esperando los mandatarios internacionales junto a ministros nacionales. Asimismo, se cruzaron personajes de la farándula, como cuando Miguel Del Sel saludó a Susana Giménez. "¡Vuelve la Tota!", le dijo el ex candidato a gobernador de Santa Fe a la diva.
En el salón blanco hubo una combinación de dirigentes internacionales, ministros nacionales, amigos y familiares. Estuvieron los ex presidentes Ramón Puerta, Eduardo Duhalde y Fernando de la Rúa; los integrantes de la Corte Suprema; Franco Macri y su mujer, Juliana Awada y su hija Antonia, infaltables en la emoción de esos momentos; Rafael Correa, presidente de Ecuador, Evo Morales, mandatario de Bolivia; Dilma Rousseff, quien llegó sobre la hora y no pudo estar en la jura en el Congreso; Michelle Bachelete, presidenta de Chile y Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay.
Por su parte, el periodista Fernando Niembro reapareció públicamente tras las denuncias en su contra que lo obligaron a bajarse de la candidatura a diputado. "Voy a acompañar con el corazón", aseguró en diálogo con TN. El comentarista deportivo se sentó cerca de los presidentes latinoamericanos. En tanto que al fondo, Jaime Durán Barba prefirió mantener el perfil bajo.
Asimismo, el nuevo secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, se expresó muy contento, eufórico y satisfecho por el "exitoso operativo de seguridad". La plaza estuvo repleta de militantes de Cambiemos mezclados con radicales y organizaciones sociales.
Al que tal vez sea el día más feliz de su vida, Macri todavía tiene que agregarle la cena de gala en el Teatro Colón. Mañana, en tanto, participará de una misa interreligiosa en la Catedral metropolitana, para luego recibir a los ex candidatos presidenciales, Daniel Scioli y Sergio Massa.
Luego de la jura en el Congreso Nacional, Macri se dirigió hacia la Casa Rosada, escoltado por una multitud que lo saludaba. "No nos dijimos nada, sólo nos abrazamos. Esto es muy fuerte", dijo José Torello, uno de los más íntimos amigos de Macri.
Torello era uno de los que esperaba al presidente y se encargaba de que todo estuviera en perfecto orden. "Años, años y años... No se puede explicar en palabras", confesaba otro de los más cercanos.
El primero en arribar a la Rosada fue Nicolás Caputo, el mejor amigo de Macri y asesor primordial. Se sentó en la séptima fila junto a su pareja, Agustina. La segunda en llegar fue Bárbara Diez, la mujer de Horacio Rodríguez Larreta, quien se sentó en la segunda fila.
Con una puntualidad asombrosa, Macri llegó a Casa Rosada y se acomodó rápidamente en su despacho, donde se sentó al lado de Alfonso Prat Gay. En el ambiente ya no se veían, lógicamente, imágenes familiares o partidarias de Cristina Kirchner.
En la antesala del despacho presidencial estaban esperando los mandatarios internacionales junto a ministros nacionales. Asimismo, se cruzaron personajes de la farándula, como cuando Miguel Del Sel saludó a Susana Giménez. "¡Vuelve la Tota!", le dijo el ex candidato a gobernador de Santa Fe a la diva.
En el salón blanco hubo una combinación de dirigentes internacionales, ministros nacionales, amigos y familiares. Estuvieron los ex presidentes Ramón Puerta, Eduardo Duhalde y Fernando de la Rúa; los integrantes de la Corte Suprema; Franco Macri y su mujer, Juliana Awada y su hija Antonia, infaltables en la emoción de esos momentos; Rafael Correa, presidente de Ecuador, Evo Morales, mandatario de Bolivia; Dilma Rousseff, quien llegó sobre la hora y no pudo estar en la jura en el Congreso; Michelle Bachelete, presidenta de Chile y Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay.
Por su parte, el periodista Fernando Niembro reapareció públicamente tras las denuncias en su contra que lo obligaron a bajarse de la candidatura a diputado. "Voy a acompañar con el corazón", aseguró en diálogo con TN. El comentarista deportivo se sentó cerca de los presidentes latinoamericanos. En tanto que al fondo, Jaime Durán Barba prefirió mantener el perfil bajo.
Asimismo, el nuevo secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, se expresó muy contento, eufórico y satisfecho por el "exitoso operativo de seguridad". La plaza estuvo repleta de militantes de Cambiemos mezclados con radicales y organizaciones sociales.
Al que tal vez sea el día más feliz de su vida, Macri todavía tiene que agregarle la cena de gala en el Teatro Colón. Mañana, en tanto, participará de una misa interreligiosa en la Catedral metropolitana, para luego recibir a los ex candidatos presidenciales, Daniel Scioli y Sergio Massa.