Amenazaron a jubilada con degollarla
Víctima de un brutal asalto protagonizado por tres delincuentes, la señora de 85 años fue atada a la pata de la mesa de su casa y amenzada si no decía dónde tenía escondido el dinero.
Una jubilada de 85 años fue víctima de un brutal asalto protagonizado por tres delincuentes, quienes luego de engañarla para entrar a su casa, en esta ciudad, la ataron a la pata de la mesa y amenazaron con degollarla si no les decía dónde tenía escondido el dinero.
Luego de revolver todas las dependencias de la vivienda y buscar hasta dentro de los taparrollos de las ventanas y en los paquetes de yerba y arroz que tenía la víctima, los delincuentes escaparon con dinero de su pensión, un teléfono celular y algunas alhajas.
Antes de huir, los asaltantes dejaron a la anciana encerrada dentro de la vivienda, atada a la mesa, y le sacaron las pilas al teléfono inalámbrico para que no pudiera pedir ayuda, según señalaron los familiares de la víctima.
Todo sucedió ayer por la tarde, alrededor de las 14:00, en una vivienda de la calle 10 entre 33 y 34, en la zona del barrio Norte de esta ciudad, según lo señalado por el diario El Día.
A esa hora, tocaron el timbre de la vivienda, y la mujer, identificada como Lucía Rizzo, se asomó para ver quién era.
Según se explicó, no conocía a las personas que esperaban afuera, pero los sujetos la engañaron diciéndole que eran trabajadores del PAMI.
La jubilada les creyó y abrió la puerta de rejas, por lo cual los delincuentes pudieron ingresar.
Enseguida, de acuerdo con lo señalado, los asaltantes la inmovilizaron atándola a la pata de una mesa.
Luego, durante varios minutos, revisaron toda la propiedad buscando dinero, y para encontrarlo no dejaron nada librado al azar: "sacaron los taparrollos, corrieron el lavarropas y hasta abrieron bolsas de arroz y yerba para examinar si en el interior estaba oculta la plata", se señaló.
Según lo indicado por el diario, uno de los instantes más dramáticos se produjo cuando los asaltantes tomaron una cuchilla de la cocina y le repetían a su víctima que "la iban a degollar", si no entregaba el dinero, contaron sus familiares.
Una de las familiares de Rizzo señaló: "Dieron vuelta los muebles. Le destrozaron la casa. Sacaron toda la ropa, buscaron por todas partes. Abrieron hasta los paquetes de té, yerba y arroz".
El botín que finalmente se llevaron los ladrones incluyó dinero de la pensión y ahorros, aunque la cifra no trascendió, mientras que también le sustrajeron cadenas y otras alhajas de oro y un celular.
Antes de irse, los asaltantes -que aparentaban ser todos menores de 40 años- le sacaron las pilas al teléfono inalámbrico para que no pudiera avisar a la Policía.
"Es la primera vez que le roban, pero el barrio está muy complicado. Hace meses le pasó lo mismo a otra abuela en la misma cuadra", concluyó un familiar de la mujer.
Luego de revolver todas las dependencias de la vivienda y buscar hasta dentro de los taparrollos de las ventanas y en los paquetes de yerba y arroz que tenía la víctima, los delincuentes escaparon con dinero de su pensión, un teléfono celular y algunas alhajas.
Antes de huir, los asaltantes dejaron a la anciana encerrada dentro de la vivienda, atada a la mesa, y le sacaron las pilas al teléfono inalámbrico para que no pudiera pedir ayuda, según señalaron los familiares de la víctima.
Todo sucedió ayer por la tarde, alrededor de las 14:00, en una vivienda de la calle 10 entre 33 y 34, en la zona del barrio Norte de esta ciudad, según lo señalado por el diario El Día.
A esa hora, tocaron el timbre de la vivienda, y la mujer, identificada como Lucía Rizzo, se asomó para ver quién era.
Según se explicó, no conocía a las personas que esperaban afuera, pero los sujetos la engañaron diciéndole que eran trabajadores del PAMI.
La jubilada les creyó y abrió la puerta de rejas, por lo cual los delincuentes pudieron ingresar.
Enseguida, de acuerdo con lo señalado, los asaltantes la inmovilizaron atándola a la pata de una mesa.
Luego, durante varios minutos, revisaron toda la propiedad buscando dinero, y para encontrarlo no dejaron nada librado al azar: "sacaron los taparrollos, corrieron el lavarropas y hasta abrieron bolsas de arroz y yerba para examinar si en el interior estaba oculta la plata", se señaló.
Según lo indicado por el diario, uno de los instantes más dramáticos se produjo cuando los asaltantes tomaron una cuchilla de la cocina y le repetían a su víctima que "la iban a degollar", si no entregaba el dinero, contaron sus familiares.
Una de las familiares de Rizzo señaló: "Dieron vuelta los muebles. Le destrozaron la casa. Sacaron toda la ropa, buscaron por todas partes. Abrieron hasta los paquetes de té, yerba y arroz".
El botín que finalmente se llevaron los ladrones incluyó dinero de la pensión y ahorros, aunque la cifra no trascendió, mientras que también le sustrajeron cadenas y otras alhajas de oro y un celular.
Antes de irse, los asaltantes -que aparentaban ser todos menores de 40 años- le sacaron las pilas al teléfono inalámbrico para que no pudiera avisar a la Policía.
"Es la primera vez que le roban, pero el barrio está muy complicado. Hace meses le pasó lo mismo a otra abuela en la misma cuadra", concluyó un familiar de la mujer.