Amado Boudou, acorralado: qué podría contarle Alejandro Vandenbroele a la Justicia
El supuesto testaferro del Vicepresidente tiene en sus manos el futuro judicial del funcionario kirchnerista.
Tras emitirse su pedido de captura internacional, el empresario Alejandro Vandenbroele fue apresado en Mendoza y espera por su extradición a Uruguay, país que solicitó su captura por una causa de lavado de dinero. El hecho no sólo afecta al propio Vandenbroele, sino que también pone en jaque al vicepresidente Amado Boudou, puesto que existen extrañas vinculaciones económicas entre ellos. La información que podría revelar el empresario se puede constituir como la estocada final para la imagen de Boudou.
Las declaraciones de Alejandro Vandenbroele ante la Justicia generan gran expectativa en todo el arco político. Las vinculaciones del empresario con el Vicepresidente se remontan a la resonante causa Ciccone.
Vandenbroele fue director de Ciccone Caligráfica, una empresa que administró a través de la sociedad The Old Fund. Con estos medios en su poder, el empresario fue el encargado de imprimir boletas electorales del kirchnerismo y dinero. Según el diario Clarín, tanto él como sus socios ganaron "decenas de millones de pesos" por sus trabajos. Sus socios precisamente fueron Amado Boudou y José Núñez Carmona. Estas vinculaciones fueron determinadas por el juez Ariel Lijo.
Según fuentes judiciales consultadas por Clarín, la investigación del caso arroja la conclusión de que Boudou sería, en realidad, el dueño de The Old Fund y que su amigo de la infancia, que además es un exitoso empresario, prestó su nombre para evitar que recayera sobre el presidente el cargo de asociación ilícita y cohecho, es decir, recibo de coimas.
Lo por ahora comprobado consiste en una jugosa transacción que salvó de la banca a rota a la imprenta Ciccone y que disparó las dudas. Una de las empresas comandadas por Vandenbroele es la firma Dubsel, la misma por la que fue citado y finalmente apresado por la justicia uruguaya a causa de graves irregularidades. Esa misma empresa fue la que le transfirió 600 mil dólares a Ciccone para evitar que entrara en bancarrota.
La presión que pesa sobre el vicepresidente Boudou se incrementa con el nerviosismo de su supuesto testaferro. En caso de que el empresario se sienta acorralado por las causas en su contra, podría confirmar estos vínculos y recibir una reducción en su condena. Aunque el hundimiento del Vicepresidente sería devastador.